lunes, 30 de diciembre de 2013

¡Feliz salida de año!

Por ahí he publicado un par de cosas -motivo por el que no ando mucho en este blog-, y una ha tenido un alto seguimiento, como el anterior artículo allí. De los dos anteriores, uno fue eliminado por la censura en cierto medio al que estaba agregada la web y el siguiente, decidimos que simplemente no llegase, ya que se trataba de mi respuesta y era suficiente con que fuera baneada yo porque si insistíamos, lo sería la página y obviamente, no nos interesa.
¿Qué más da con qué nombre escriba? Lo importante es que causa impacto, gusta y causa rechazo según a quienes, siendo aplastante mayoría los primeros.

Aquí, la foto de mi "mascota":


Yo la llamo troll, o más familiariamente 'chinche locatis', pero mis amigos se empeñan en que es mi mascota, por eso de llevarla pegada a los talones y seguirme a todas partes. La foto me la ha proporcionado una amiga, que yo a ese bicho sólo lo he visto haciendo el ridi en el hotel donde trabajaba como chica para todo, tratando de imitar a Liza Minelli en 'Cabaret'. ¡Espatarrantemente rídicula! Esos establecimientos echan las sobras a los guiris y les cuelan de noche a la limpiadora de día, con un bombín y unos meneos de risa. Y la voz... ¡Ah, la voz! Debe ser para salir huyendo, ya que el animalico no fue admitido, precisamente, en el programa 'La Voz' ¡Juas juas!

Aquí su "delicada y bella" manita, abriendo la puerta de su piso en Calella. 


Menuda pocilga, como puede observarse sin necesidad de fijarse demasiado. Parece una cueva a la que le hayan puesto una puerta encontrada en el contenedor.

Y esa cosa se empeña en desearme lo peor un año más. ¿Cuántos van? La tira. Pero sigo aquí, con conexión propia, en mi casa, con puerta blindada de cuatro vueltas y seis anclajes, mientras que ella usa wifi de los sitios donde va a fregar. Eso cuando la admiten, que creo, no es demasiado a menudo últimamente, ya que se pasa largas temporadas sin asomar la patita y cuando vuelve me cuenta ridículamente que ha estado de vacaciones por el Caribe con tíos cachas. ¿Una bollera como ella? ¡Juas juas! ¡Serán tías con bigote!

Anda, "mascota", yo te deseo lo mejor: que pillen a tiempo tu enfermedad mental -que nada tiene que ver, creo, con tu opción sexual- y puedas integrarte en la sociedad normalmente.

Y para mis amigos/as, 

¡FELIZ FIN DE AÑO!




viernes, 27 de diciembre de 2013

Mesa-libro. ¡El monstruo!




¿Quien no ha visto las pelis o leído sobre Harry Potter?
El libro de la foto muerde ferozmente hasta que Hagrid enseña a los alumnos de Hogwarts a acariciarle el lomo antes de abrirlo.
Yo tengo una mesa-libro en mi comedor, pero no tengo a un Hagrid que me enseñe a domarla. Me dejó para el arrastre el día de Navidad al querer abrirla yo sola para tenerla dispuesta cuando llegasen los comensales. ¡Menudo monstruo!
Después de varios intentos infructuosos, habiéndome hecho crujir escalofriantemente las vertébras, me fui a la cocina como si pasara de ella y la dejase tranquila... ¡Ajajá!, regresé más tarde subrepticiamente, levanté el tablero con mucho esfuerzo,  y le metí un cojín del sofá para que no mordiera. Luego me situé detrás, sentada en una silla contra la pared y sujetando las patas del monstruo con mis pies para que no se deslizara, empecé a empujar esa parte del tablero hacia adelante. Tarea de titanes, pero acabé consiguiéndolo. Finalmente me levanté y la abrí, confiando en que el cojín la tuviera lo suficientemente calmada. ¡Víctoria!

Lo conseguí tras muchos esfuerzos, pero eso sí, me dejó hecha polvo fosfatado y hasta hoy no me he encontrado un poco mejor.

Este año no hay fotos del día de Navidad. Yo estaba medio muerta cuando llegaron y en la sobremesa, cuando ya me encontraba algo mejor, y a pesar de que yo tenía un juego preparado y mi hija trajo otro, muy divertido, -ambos de esos, de intelecto-, ella se puso a saquear las fotos guardadas en casa y nos desternillamos de risa sin parar. Llegó un sobrino político, mi hijo puso un karaoke en la tele, cantando todos, y el intelecto se fue a la porra. Eso sí, nos lo pasamos muy bien.
Tuve que escanear varias fotos y envíarselas a mis hijos a sus respectivos correos electrónicos a petición suya porque la guasa era grande.

Respecto al "monstruo", lo cerró mi hijo después de comer. Eso sí, con mi ayuda, pero no atacó a nadie, debía estar cansado con tantas risas, como todos.



domingo, 22 de diciembre de 2013

Domingo antes de Navidad





Para felicitaros he escogido el recibidor. Nunca está decorado igual, el año pasado había una poinsetia a la izquierda y varias velas de distintos tamaños y formas a la derecha.
Con la cantidad de elementos decorativos que guardo desde hace años, puedo hacer incesantes variaciones sin cansarme. El año pasado incluso les di a mis hijos varios adornos.

Este año no hay belén. Todavía no me he repuesto del ingente trabajo de ingeniería de caminos, canales y puertos del año pasado, je je je... Además, ando atareada confeccionando los regalos de Reyes con material que abunda en casa, no he tenido que comprar nada. La necesidad agudiza el ingenio.


La ponsetia que me ha regalado mi hija. Es más grande que la del año pasado, en el recibidor la tirarían al pasar.
Suelen durarme unos meses. Cuando las braqueas (hojas rojas) se caen, brotan verdes, pero contra la creencia extendida, es una planta de exterior y dentro de casa no vive para otro año.


Al cagatió lo he recuperado a petición de mi hija. Hacía años que no lo ponía porque al fin y al cabo, su misión es cagar regalos a los niños y los míos hace mucho que dejaron de serlo, pero a mi nena le hacía ilusión volver a verlo, ya que lo construí yo para ella -y luego llegó su hermano-. He tenido que hacerle la cirugía plástica reparadora, je je je... Se le había desvanecido la cara. También he tenido que hacerle una barretina nueva deprisa y corriendo, que a saber dónde para la otra. Es un trozo de la tela roja al pie del abeto y unos retales de terciopelo negro. Ha quedado muy guapo.


El centro de mesa también tiene años. No es más que una corona de brezo a la que clavo ramas y flores artificiales. La piña es natural, último recuerdo del chalet familiar junto al cagatió.


La cestita de los dulces ya está preparada. Un Lote de Navidad recibido inesperadamente, toda una sorpresa. Iba en una caja de cartón, conque lo acomodé en la que fue canastilla de mis hijos cuando nacieron. Contenía otros productos que, al no ser dulces, obviamente no están ahí.


Otro rincón, con las fotos de mis hijos entregando su ilusionada carta a los Reyes.
Al menos el Baltasar que está con la nena es de raza negra, que cuando yo era niña estaba harta de ver a tíos pintados. Era pequeña, pero no tonta.
Sólo había en Barcelona un Baltasar auténtico, Severino Baita Losoha, guineano que vino a estudiar y se quedó para siempre. 52 años lleva ejerciendo su "reinado". Es el que cada año arriba al puerto de Barcelona junto a los Melchor y Gaspar de turno, que nunca son los mismos, y reciben de manos del alcalde el pan, la sal y las llaves de la ciudad.
Ya es muy mayor, pero creo que el año pasado seguía incansable.

Tengo más rincones decorados, pero de momento es suficiente, que va a parecer una tienda, je je je... El secreto consiste en guardar los objetos de decoración habituales y sustituirlos por estos.

El viernes vinieron mis hijos y yerno, saliendo a comprar para la comida de Navidad, que celebraremos como siempre en mi casa.
Eso de comprar acompañada resulta pesado, ya que ellos eligen y te fastidian el asunto. No me refiero a elegir el menú, sino a la materia prima. A pesar de que el mercado estaba abierto y al lado de casa, se fueron derechitos a La Sirena. Congelado en vez de fresco. Empezamos bien... En fin, haré lo que pueda y que no se quejen, o haré volar las peladillas con puntería. ¡Juas!

¡Un abrazo a todos y felices fiestas!


miércoles, 18 de diciembre de 2013

De noviembre a diciembre y tiro porque me toca la oca





¿Alguien sabe que el juego de la Oca es templario? Lo dudo. Y lo dudo porque la inteligencia no es demasiado común en estos tiempos. Ya si hablo del juego del sha, tal vez algunos sepan de que va, que me refiero al ajedrez porque el sha era el rey. Pero no me apetece dar lecciones gratuitas, que una tiene sus años y se cansa.

Lo que no me cansa es seguir empuñando la espada dialéctica por la red, y también de manera personal, saliendo a la calle, como lo hice el 6-D.
Ahí dejo una foto del tipo "Encontrar a Wally". A ver quien me encuentra detrás de la pancarta, rodeada de gigantes, je je je... Chiquitaja pero brava, oiga.


Fue muy divertido encontrarme a uno al que conocía en foto pero él a mí no. Me planté delante suyo, mirándole fijamente de reojo y sin decir nada. Empezó a inquietarse pero se mantuvo impertérrito. "¡Qué!", me soltó de pronto, con mala leche, je je je... "Eres Fulanito, ¿verdad?". "Sí. Y tú?". "Soy Menganita", dando el nombre por el que me conocía en la red. Ahí afloró su sonrisa y la de sus acompañantes, más un par de besotes gordos.
A otros y al líder ya los conocía en persona. 
Tarde, llegué tarde a la concentración, como siempre, que parezco el Conejo Blanco de Alicia, y en el punto de encuentro sólo estaban los maderos. Oteé arriba y abajo y allá a lo lejos avizoré banderas, con lo que puse el "turbo" y me lancé a su encuentro.
Al primero que encontré llegando, fue a Joseph, el profesional de la comunicación, el cual ya se ponía los cascos de audio y se lanzaba calle arriba. Corri lo que mi espalda me permitió y consegui alcanzarle. Después del consabido par de besos me preguntó si llevaba cámara. "Sí". "Pues tú haces fotos por ahí y yo por allá, luego me las mandas y haremos el reportaje. ¡Suerte!".
Ahí la cagué con todo el equipo: se me terminaron las pilas después de unas cuantas fotos, con lo que me meti tras la pancarta como un corderito.

Ya habiendo entrado en la Plaza Sant Jaume volvi a ver a Joseph por allí delante y me solté del brazo de Irina, la cual cargaba conmigo con santa paciencia después de tanta caminata, a ver si mi amigo tenía pilas para mí. ¡Uf! No conseguí alcanzarle debido al gentío y lo perdi de vista. No sólo a él, a todos finalmente.
Luego supe que ellos seguían en la entrada de la plaza, mientras que yo me había situado al otro lado y finalmente tomé la calle del Call para volver a casa. Aunque en ella me meti a "curiosear" el escaparate de una tienda para guardar en el bolso la pegatina que llevaba pegada al abrigo (cosa de evitar ataques de los "valientes" encapuchados separatistas), una de las que reparti generosamente antes de meterme tras la pancarta, mientras hacía fotos. Me las quitaban de las manos. Tres veces me aprovisioné de ellas y se agotaron enseguida. La última vez tuve que pedir perdón porque dejé a los transeúntes sin ella al no quedarme más y ya nos poníamos en marcha.


¿De qué va el juego de la Oca? Que nada, ningún juego es tan infaltil como se pretende aparentar y aquí dejo un enlace para demostrarlo.

"De oca a oca y tiro porque me toca" . Recomiendo a Mariano Fernández Urresti en su 'A la sombra del Grial'. Es para iniciados, muy gracioso el chaval, para nada espeso, pero sí cargado de información.