miércoles, 23 de abril de 2014

Sant Jordi 2014





He pasado una agradable tarde con mi hija y mi yerno, paseando por Barcelona desde la Plaza Universidad hasta Las Ramblas.
Han comprado libros para toda la familia. Para mí he escogido 'El aire que respiras', de Care Santos, una autora que me gusta por la intriga que destila a lo largo de décadas. Mi hija y yo tenemos varias obras suyas.
En esta se narra la historia de Carlota Guillot y la búsqueda de un libro que formó parte de una de las bibliotecas particulares más sibaritas de la Barcelona napoleónica.
'El aire que respiras' es un canto de amor a los libros, pero también a la ciudad de Barcelona.

Dado que han comprado libros para siete personas, el destinado a mi hijo me ha tocado escogerlo a mí, ¡no se podía dar un paso en las tres plantas de LA CENTRAL del Raval!
'Doctor Sueño', de Stephen King, continuación de 'El Resplandor'. Mi hija lo ha encontrado pero no estaba muy convencida al ojearlo: "Pfff... a mí no me gusta esto...". A él sí, le he contestado. Y a mí también, je je je... Soy muy ecléctica.

Luego hemos vuelto a Sants y allí mi yerno ha comprado sendas rosas para su mujercita, su madre y su suegra. El envoltorio no es el consabido cucurucho de plástico; he escogido la mía en tela de saco rígida, mi hija en blonda blanca, también rígida, y para mi consuegra una similar pero en colores oscuros. Ella ya debe tener su rosa, pero su hijo quiere mostrarle su cariño.

En las Ramblas mi yerno ha tomado esta foto. Como es muy alto y encima ha elevado la cámara todo lo largo que dan sus brazos, ha conseguido captarla porque si lo intentamos mi hija o yo, va a ser que no, je je je...



A pesar de no ser festivo estaba lleno de gente, en toda Barcelona por lo que hemos podido comprobar, todos los barrios, todas las calles. Costaba dar un paso.
Ambiente festivo y sobretodo culto porque las librerías y puestos de libros estaban llenos a rebosar.
¿Indepes? Aparte de uno o dos puestos de rosas en Sants, brillaban por su ausencia. Va a ser que la cultura no es lo suyo.



martes, 15 de abril de 2014

Aprender alemán por narices





Mi ordenador ha caído en un coma profundo. (Si está muerto, igual acaba apestando, no sé...)
Después de hacerle una reanimación en toda regla, abriéndole las tripas y limpiándolo todo, el ventilador, lo que me dijo un experto que podía ser, funcionaba estupendamente al conectarlo con las tripas al aire, conque no puede ser ese el motivo. Y como mi amigo -catedrático de informática pero fuera de Cataluña- no se molestó siquiera en preguntarme (mediante whatsapp), si la limpieza había funcionado, pues me olvidé de él para seguir consultándole y fui a lo mío.
Desconecté todos los cables, cogí a la criatura entre mis brazos y la deposité amorosamente detrás de las cortinas de mi biblioteca.
Luego tuve un trabajo de tres pares para sacar a la luz otra CPU que tenía guardada hace unos años. Es que mi estudio da miedo, con tantos documentos por todas partes, tres teclados de ordenador y montones de cables. ¡Ojo!, yo sé dónde está cada cosa, es un desordén ordenado.

Venga, empiezo a enchufar cables y... ¡ostras! hay uno sin cobijo allí detrás. Lo rastreo y es la impresora. Empezamos bien, oiga. La uso mucho por asuntos personales, me es imprescindible porque además de impresora es copiadora y escaneadora. ¡Cachislamar! Delante hay otros dos cobijos, pero ahí me pierdo, no sé si servirán para configurar el equipo o son sólo para otras cosas conectadas para algo puntual.

Dejo estar la impresora de momento, asegurándome que son el ratón y el teclado los que están conectados, y le doy a los dos botoncitos de arrancar. ¡Ta... ta... chan! Sí, funciona. Pero... ¡cagonlamadredelalemana! Está configurado en alemán.

Una trepa de PxC, española, de padre español y residente en España, pero de madre alemana. Me pidió (hace tres años) que le comprase un portátil para conseguir fondos para la campaña de Esplugues de Llobregat (el que estoy usando ahora mismo) Como entonces tenía yo pasta y hacía campaña por ese partido, accedi. Un amigo me dijo que el precio que me pedía era excesivo por ese modelo y marca, pero no le hice caso.
Ella y su hija vinieron a mi casa a traérmelo. Pero no sólo el portátil, venían con un carrito de compra lleno hasta los topes. Parecían gitanas. Quiso redondear el precio "regalándome" un montón de cosas. Una la rechazé tajantemente: un router nada menos. ¿Se cree que soy tonta? ¿Para qué me sirve un router sin el consabido servidor? Acepté la CPU y dos teclados y le pagué más de lo que vale todo esto porque la CPU está configurada en alemán y yo, en ese idioma, no paso del ja, nein, conque estoy hartita de intentar instalar sofware porque el equipo me hace las preguntitas en teutón.

Ojo, Isabel, que en el disco duro aparecen documentos de tu hija con nombre y apellidos. En absoluto soy experta en informática, pero si tengo que quemarme las pestañas por intentar solucionar un problema por haberme engañado, sale todo a la luz...


domingo, 6 de abril de 2014

Asuntos dominicales



La foto de Orlando Bloom  es como mi nene actualmente. Afeitado o con perilla de pirata, pelo corto o con coleta...

Mi hijo ha venido hoy, domingo. Ya estuvo el viernes. Suele venir a menudo.
Se fue a vivir a casa de su padre por asuntos personales. (Económicos primordialmente) Pero hoy me ha expresado su deseo de volver a casa, donde está empadronado.
Vivir a tropecientos kilómetros de sus amigos de siempre no le hace gracia, siempre yendo y viniendo. Mi casa la tiene abierta, por descontado.
El problema es que, cuando se fue, usé su dormitorio para almacenar lo que tenía en el trastero de alquiler y claro, no hay quien entre allí, mas que yo, que sé dónde está cada cosa.
Pero estoy dispuesta a tirar a la basura los ingentes disfraces, por muy guapos que sean, confeccionados por mí misma.
Mi hijo es primero y si quiere volver a casa -la suya-, tiraré los trastos y dejaré su habitación perfecta.

Somos muy buenos amigos. Cuando viene solemos charlar por los codos y aunque discrepemos políticamente, la sangre nunca llega al río.

Estoy contentísima con esta decisión. ¡Me voy a tirar los trastos a la basura!


viernes, 4 de abril de 2014

Negocio y política, ¿incompatibles?






El restaurante Can Serrallonga de Salt (Gironès) ha pintado un mural en su fachada a favor de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), dato que nos lleva a pensar que en Salt deben abundar los independentistas ricos y cresos que lo llenen diariamente porque en los tiempos que corren, cualquiera no puede permitirse este dispendio y más cuando se trata de posicionarse en un tema que enfrenta a la sociedad catalana.

Recuerdo que hace unos meses, en el barrio de Sants de Barcelona, que por cierto, es uno de los que acogen más independentistas por m2, una simple panadería y pastelería tuvo que retirar del escaparate la estelada porque la clientela bajó sensiblemente.
Si por unas barras de pan, unos bollos y el postre dominical se notó tanto que tuvieron que rectificar, ya me imagino a este restaurante metiendo en el congelador las ollas y cazuelas de los guisos preparados y a los férreos indepes que entren, comiendo lo mismo hasta que se termine, lo cual tampoco va a proporcionar ingresos al establecimiento ni para el gas de la cocina ni la luz.

¿O la ANC lo subvenciona?

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Añado este cartelito porque quienes me visitan, anónimos que van a parar a mis publicaciones muy anteriores, me hacen un gran servicio al pinchar en ellas:


Para acceder a la publicación no hay más que pinchar AQUÍ.
20 de julio de 2010, hace casi cuatro años. Me quemé las pestañas, cosa que ya no suelo hacer porque los "nuevos" son iguales a los anteriores y aquí no hay dios que ponga orden alguno. Pero es interesante como hemeroteca, sobretodo el Tratado de Utrecht...

Por cierto, ha habido algún tontaina que, sin saber un boniato de Historia, me ha dicho que la definición de 'Tanques' no es pertinente, que su nombre es 'Carros de combate'. A ver si le echa un vistazo a la Historia para saber que en 1915, los británicos transportaron los primeros vehículos blindados en barcos y, para despistar a los espías, estaban cubiertos con lonas y el cartelito de "Tanque de agua". Algunos se creen muy listos y resulta que son unos incultos de tres pares. Bueh...