En las imágenes de París y Londres puede verse lo que es una manifestación por las víctimas y en rechazo al terrorismo.
En la de Barcelona no.
La de Barcelona es política, ondeando trapos del odio, carteles y pancartas contra España, el Rey y el Gobierno.Y es que el escorpión no puede cambiar su ADN criminal.
El mundo ha quedado perplejo ante semejante despliegue de odio y sobretodo, absoluto desprecio a las víctimas. Porque el escorpión es amoral, no le interesa el sufrimiento de los inocentes, va a lo que le dicta su interés.
¿Quien organizó tan lamentable acto? La ANC.
Y por supuesto, se nota de lejos.
A las 16:00 horas (el acto era a las 18:00 horas), ya habían colocado sus trapos estratégicamente; delante, y bien juntitos, para que el mundo se trágase la trola de que Cataluña detesta al Rey.
Lástima -para ellos-, que hay imágenes aéreas en las que se puede apreciar que son unos cochinos de marca mayor. Unos torticeros embaucadores. Unas alimañas.
Todo lo tenían bien preparado, nada fue espontáneo en los escorpiones:
Y ojo a estas:
https://www.dolcacatalunya.com/wp-content/uploads/PsNlBb5_JWDcjqic.mp4?_=1mnb
Es evidente que han robado los carteles que con tanta ánsia destrozan, vamos que no se los habrán "encontrado" por casualidad.
Paso a paso, imagen tras imagen, los escorpiones muestran su verdadera faz: odio, desprecio, mentiras, engaños... y agresión.
Sí, agresión. La policía tuvo que escoltar a los portadores de esta pancarta:
Ya en la salida a la altura de Diagonal hasta la llegada a Plaza de
Cataluña, la cerca de hora y media de lento transcurrir de la marcha se
convirtió en un auténtico calvario con continuados insultos,
escupitajos, agresiones varias con empujones que llevaron al suelo a
alguno de nuestros socios, pero nosotros estábamos de duelo y
reivindicando la paz. La presencia de los Mossos hasta la llegada a
Plaza Cataluña no tuvo lugar y estuvimos al amparo de la sinrazón
durante la casi totalidad del recorrido.
Fuimos testigos de primera
mano, poniendo en riesgo nuestra integridad, del odio, rencor y la
paranoia asentada en una parte de los asistentes. Tan solo los cómplices
aplausos y algunos gestos compensaban los improperios de gente que
olvidaron el significado del término educación y del dolor que nos había
congregado en el centro de Barcelona.
Y cuando al fin aparecieron los Mossos... ¡Ta chan! ¡Ta chan!:
Espanya i Catalans denuncia que tres de sus socios fueron agredidos,
pero que a pesar de ello la entidad “no se amedrentará y seguirá
luchando por los intereses de los ciudadanos, mostrando a todos sin
complejos nuestro orgullo por ser españoles”. Y finalizan “agradeciendo”
a la policía autonómica que “al final” pese “a los riesgos evidentes de
linchamiento, todos llegamos a casa sanos y salvos gracias a la
mediación de una cincuentena de Mossos que montaron un cordón de
seguridad y nos desviaron hacia Plaza Urquinaona, impidiéndonos acabar
el recorrido”.
“Mientras, los que ofendían la ley y decían
barbaridades ajenas a lo que era objeto de la marcha copaban el centro
de Plaza Cataluña y disfrutaban de la permisividad que otorga el tener
poco que perder”.
¿Curioso? No. Más claro que el agua.
Los de Espanya i Catalans fueron provocados y agredidos durante hora y media, pero, dado que ignoraron a los escorpiones como se ignora a los trolls, los Mossos no intervinieron al no darles motivo. ¿Que los escorpiones lo daban? Bueeenooo... es que son los "suyos", hombre.
Eso sí, no podían permitir que esa pancarta llegase al final del recorrido y estropeara la jugada a los escorpiones de despacho enmoquetado, conque hala, a desviarlos a la Plaza Urquinaona, con la excusa de que era por su propia seguridad.
No saben nada los escorpiones...
“Mientras, los que ofendían la ley y decían
barbaridades ajenas a lo que era objeto de la marcha copaban el centro
de Plaza Cataluña y disfrutaban de la permisividad que otorga el tener
poco que perder”.
Ahí está esta pancarta que los Mossos no retiraron.
Una pancarta digna de acabar sus portadores y promotores en la cárcel.
Y David Minoves, el etarra, con su cartelito:
Estoy hasta las narices de los escorpiones que acusan a SM de lo ocurrido "por vender armas".
Esos memos son incapaces de ver un rebaño de vacas negras en un prado nevado a pleno día.
Todos los países, todos los gobiernos del mundo, venden armas si las fabrican.
Se trata de una industria nacional y no hay país que deje de producir por la cuenta que les trae, sería un suicidio en los tiempos que corren.
Por supuesto que es horrible, pero el mundo funciona así. No vivimos en los Mundos de Yupi y el etarra David Minoves lo sabe más que nadie, por mucho que enseñe su cartelito, el hijo de su madre.
Y no digamos Pablo Iglesias, andando en Venezuela e Irán, como si allí vivieran entre florecitas y mariposas...
Acusar a SM no es más que un montaje separatista de pésimo gusto.
Y para mal gusto, la cabecera de la manifestación que le montaron a SM:
¿Qué necesidad había de poner a todas esas personas de diferentes étnias en la cabecera, con el Rey?
Que yo sepa, no hubo víctimas entre ellos.
Si lo que se pretende expresar es que estas personas representan a sus respectivos colectivos en señal de duelo, mejor que hubieran acudido en númerosos grupos para que fuera creíble, no ahí, como pasmarotes, llevados por los escorpiones que de esto saben mucho...
Definitivamente, el acto del sábado fue una absoluta vergüenza para Barcelona y los catalanes.
Un acto de fuerza de los separatistas, empeñados en su miserable finalidad, despreciando totalmente a las víctimas. Escorpiones.
El mundo ha tomado nota. Pero... ¿de qué?...
Aparte de lo miserables que son los dirigentes de Cataluña, que esto salta a la vista, tenemos al Presidente del Gobierno papando moscas: "Estuvimos donde teníamos que estar. Las afrentas no las escuchamos".
Vaya, no sabía que fuera sordo...
¿Y SM? También debe ser sordo, oiga.
Pues, o se ponen un sonotone o...