Cada vez que he debatido con independentistas y les he expuesto uno a uno los motivos de su inviabilidad, al llegar a la necesidad de tener un ejército propio, con lo que ello conlleva, su respuesta ha sido invariable: Cataluña no necesita ejército. Sin embargo, parece que han cambiado de idea y ya están trabajando en su creación, lo cual nos lleva una vez más a su falta de rigor y de planificación, demostrando que van dando tumbos según sople el viento y gire la veleta.
No es normal negar algo tan serio y de tamaña envergadura para retractarse a los dos días como quien dice.
No olvidemos que ellos pintan la independencia como "Un Mundo Feliz", un país donde todo funcionará estupendamente al "liberarse" del "yugo español", que carecerá de los "errores" de éste y el dinero será para los ciudadanos, para una vida en paz y socialmente rica.
Si alguien cree a estas alturas en "Los Mundos de Yupi", más vale que despierte antes de que sea demasiado tarde y el sueño se convierta en una pesadilla.
Miquel Sellarès, presidente del Centre d'Estudis Estratègics de Catalunya, cofundador de CDC, ex director de la Seguretat Ciutadana de Catalunya (1983-1984) y ex secretario de Comunicació de la Generalitat (2003-2004), es la cabeza pensante del proyecto que se estima costará tres mil millones de euros al año. Al año.
La cifra de parados en Cataluña supera ya las 900.000 personas, por mucho SOC que tengamos. El SOC es el INEM catalán. Si tecleas INEM desde Cataluña te saldrá siempre el SOC con sus oficinas. La Generalitat anula en INEM en su territorio de manera tangencial, a nivel informativo y de contacto, suplantando a la administración estatal. El paro sigue subiendo y ellos siguen acusando a España a pesar de que tienen el asunto en sus manos.
Estan demostrando que el bienestar de la sociedad catalana la venden por un plato de lentejas, por ser los mamporreros de una nación inexistente, de un castillo de arena, de una construcción de naipes.
Un informe del Centre d’Estudis Estratègics de Catalunya plantea las bases de las fuerzas armadas de una hipotética Cataluña independiente. Los oficiales deberían acreditar un nivel C de catalán, y los soldados y marineros un nivel B. Los militares que provengan del Ejército español serían sometidos a unos ‘filtros de lealtad’. Y las pruebas de tiro de las fuerzas aéreas y de la marina se realizarían en polígonos de los países vecinos.
¿Nivel C de catalán? Igual piensan que los viejos catedráticos tomarán el uniforme... Porque los universitarios no llegan ni al B, más ocupados en algaradas estudiantiles (con 30 años o más), que en estudiar.
Lo de traca es lo de los militares que provengan del Ejército Español. Como no sean sudaméricanos, esos mercenarios que se alistan para conseguir la nacionalidad y un sueldo...
Ya vislumbro el perfil del flamante ejército catalán: mercenarios sin oficio ni beneficio, hincando los codos con el dinero de nuestros impuestos para llegar a tropa. Y paletos con barretina saludando gozosos: "A les seves urdres, mi comandantu!". Para quien no sepa catalán, lo correcto es "A les seves ordres, comandant!". Y es que estos de la barretina suelen cambiar la O por una U, como los árabes la A o la E por una I. En fin, que si quieren nivel, la pasta se va a ir como el agua del grifo.
Y las pruebas de tiro de las fuerzas aéreas y de la marina se realizarían en polígonos de los países vecinos.
¿? ¿Qué países vecinos? ¿España? ¿Francia? Alucinante. Están siendo rechazados sin haber empezado siquiera y ya se creen formar parte del mundo habitual, como aliados. Lo suyo es grave, de manual psiquiátrico. Sólo a los locos se les ocurren estas cosas cuando están siendo ignorados por Europa y Estados Unidos.
Su necedad es tanta, que en una respuesta meramente diplomática creen ver aliento.
Con el título La futura fuerza de defensa de Cataluña, el documento sienta a lo largo de 16 páginas las bases de cómo debería ser ese ejército de seudofilólogos, y pretende ‘empezar a sensibilizar a nuestros ciudadanos en la necesidad de que tengan conciencia de defensa nacional’ de Cataluña, a la que considera como ‘una parte de la nación catalana’, en referencia a lo que los nacionalistas denominan Países Catalanes, esto es, Cataluña, la Comunidad Valenciana, las Islas Baleares, Andorra, la Franja de Aragón, la comarca del Carche (Murcia), el Rosellón (Francia) y la ciudad de Alguer (en Cerdeña, Italia).
Pican alto. No se conforman con la actual Cataluña, pretenden agenciarse otras tierras en su paranoia imperialista. Y luego acusan a España de colonizadora. Locos, locos.
No deja de ser curioso que uno de los objetivos fundamentales de ese ejército sería el de mantener la ‘integridad territorial’ de Cataluña, una de las misiones que la Constitución también atribuye al Ejército español y que continuamente es criticado desde amplios sectores del nacionalismo catalán.
A mí no me resulta curioso, sino altamente vomitivo.
Es evidente que pretenden gobernar en solitario, haciéndose con todo el poder para seguir robando a más y mejor. Para expoliar Cataluña. Engañan a los independentistas de a pie, siempre prestos a morder el anzuelo como las truchas de sus sueños. En catalán existe un dicho: somiatruites. Se refiere a soñadores de truchas que pican incansables, llenando cestas hasta el borde.
No conseguirán sus propósitos porque son absurdos, pero mientras tanto, nos expolían financiando sus sueños trucheriles y esto sí que es de juzgado de guardia.
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Me he divertido un rato en la entrada anterior.
Los trolls suelen ser un coñazo, pero a veces resultan divertidísimos.