Los desterrados cubanos ya lo saben

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Un mes ha sido suficiente para que los cubanos excarcelados por Castro y desterrados a España se haya convencido de en qué manos han ido a parar.

Dicen estar agradecidos al pueblo español, pero que el Gobierno es otra cosa.

Julio César Gálvez diferenció entre el pueblo español del que han recibido "unas muestras enormes de solidaridad" y el Gobierno socialista: "Yo estoy en duda, no sé si Moratinos es ministro de Exteriores de España o el representante del régimen cubano en España".

Impactante frase la del ex-preso, lo dice absolutamente todo en 22 palabras. Al parecer Moratinos se los trajo con la finalidad de dispersarlos y dejarlos desamparados. El Gobierno Español les niega la condición de asilados políticos, no se sabe con qué excusa. Tal vez la de que ya no están presos, pero es que desde el momento en que han sido desterrados por disidentes, es obvio que no han venido a hacer turismo y que se trata del motivo político, no otro.

La mayoría de ellos eran intelectuales, periodistas o, sencillamente, personas que expresaron su disconformidad con el régimen cubano dirigido por Castro.

Otro miembro de este colectivo, el médico García Paneque destacó que la condena «no ha sido amnistiada, ni anulada, y sigue vigente» en todos los casos.

Al llegar los instalaron en un albergue situado donde cristo perdió la alpargata:

"¿Pero es que no les han podido llevar más lejos?", refunfuña Blanca Reyes, representante de las Damas de Blanco en Europa, al entrar en el hostal donde se alojan los primeros siete presos excarcelados por el Gobierno cubano. El paraje, en efecto, resulta desolador: un polígono industrial de los confines del barrio madrileño de Vallecas, junto a un erial reseco.

Excelente lugar para que no se mezclen con la población... A ellos los llevan y traen para entrevistas, pero sus familias están solas en el albergue, sin conocer Madrid.
Ya han empezado a dispersarlos para evitar que estén juntos y sigan luchando por los que han quedado atrás; de los veinte, seis han sido trasladados a Málaga, Cullera (Valencia), Gijón (Asturias) y Sigüenza (Guadalajara).  Han solicitado seguir todos juntos en Madrid y se les ha negado.

Para colmo, Maria Jesús Arsuaga, presidenta de una ONG de refugiados que se ocupa de ellos entre otras dos instituciones, ha hecho unas declaraciones nada acordes con el trabajo que supone se dedica:

Esta señora que preside una organización se dedica a ayudar a los refugiados utiliza un tono amenazante para directamente mandarles callar: "Dejad de quejaros. El tiempo pasa, y no os vamos a mantener toda la vida. Así que salid a buscar trabajo si queréis seguir aquí". Una virulencia que Arsuaga no emplea para valorar la negativa del Gobierno a concederles asilo y reconocer su condición de refugiados políticos.

¿Ya sabe la madame que muchos de ellos están muy enfermos? Siete años en una celda poco mayor que el catre (y muchos en el suelo), con humedad, un agujero en el suelo de la misma celda para las necesidades, ratas, chinches, alacranes... Con una dieta única: picadillo de soya y pescado molido con tripas.
Ricardo González, de 60 años, corresponsal de Reporteros sin Fronteras en la isla estuvo tres meses con la luz encendida las 24 horas, en cambio a Léster González, de 33 años, lo confinaron en un cúbiculo de 1'80 sin luz.
Enfermedades óseas, serias afecciones por la mala alimentación, infecciones y profundas depresiones psicológicas entre varias más. Y esta Rottenmeyer saca el látigo...

Sí, ahora ya saben que el gobierno español es una sucursal del cubano.

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