En campaña

Hemos entrado en campaña electoral y el esfuerzo es de todos los catalanes, cada cual dentro de nuestras posibilidades para intentar lograr lo que queremos y como lo queremos.

Como saben mis lectores habituales, el objetivo es impedir que el voto independentista alcance la mayoría porque quienes rechazamos la separación de España estamos en nuestro derecho de decirlo. De decir que ellos no son toda Cataluña como se jactan al repetir por todas partes que Cataluña "quiere" la independencia.

Lo roban todo, nuestra opinión y el dinero de nuestros impuestos para sus campañas y subvenciones a organizaciones separatistas. Para viajar al extranjero a todo lujo mientras aquí, cientos de familias son embargadas y pasan hambre.

Mientras el mundo entero está pendiente de la crisis, Artur Mas se dedica a ir a Europa a explicar su proyecto de desestabilizar más la economía en una muestra de indigencia intelectual muy grave. ¿Qué le importa a Europa la soberanía de una región que, si pasa hambre, es por culpa de su dirigente local, el cual dilapida el dinero de los ciudadanos en derroches escalofriantes dignos de un dictador bananero?

Esto es lo que es Mas, un reyezuelo patético que hunde en la miseria a la población con sus delirios de grandeza. Va por el mundo en plan telepredicador aunque él crea que lo hace como mandatario importante, erre que erre a pesar de que no lo recibe nadie que a él le gustaría.

El viaje a Rusia, a todo tren, con un derroche vergonzoso, para verse con funcionarios de segunda fila como él, y bajo la bandera española, además de que ni un solo medio local se hizo eco de su presencia. No lo conoce ni el Tato por más que se empeñe.

Tuvo el delirium tremens de solicitar ser recibido por Angela Merkel en Berlín, alarmando a la señora que se apresuró a llamar a Rajoy preguntándole si tenía que recibirle, no fuera a ser alguien importante y ella no se hubiese enterado... Para nada, cuando supo que era el orate catalán le dió con la puerta en las narices.

A Bruselas fue a dar una conferencia con el mismo rollo patatero de Cataluña dentro de Europa y la periodista sueca Teresa Kütchler, corresponsal del 'Svenska Dagbladet' no se cortó en absoluto:

Teresa Kütchler le dijo que le parecía "deshonesto intelectualmente" que la pregunta de la consulta, si se celebrase, planteara a los votantes si quieren un Estado independiente "dentro" de la Unión Europea.

Küchler también apuntó que más allá de la posibilidad de veto de España a una eventual Cataluña independiente, "probablemente otros países" plantearían su derecho a veto. 

En el plano económico, la periodista sueca también ha puesto en duda que Cataluña dispusiera del dinero necesario para poner en marcha todas las instituciones necesarias para acceder a la UE.

Al final conseguirá ser conocido en Europa... aunque no de la manera que él pretende.

Si a Rodríguez Zapatero lo tenían por el bufón de quien todos se reían, aquí tienen al sustituto.