Por fin han llevado a la pantalla grande al más guapo y valiente caballero de la cristiandad, el que entraba en combate al grito de ¡Santiago y cierra España! y hacía huir a los malandrines con sus inseparables Crispín y Goliat repartiendo mamporros a diestro y siniestro.
Personaje de ficción creado por Víctor Mora, era en su origén un caballaro ampurdanés (Ampurdán, Gerona) y el escudo que lleva en su pecho tenía las cuatro barras catalanas. La censura franquista las redujo a dos y su origén jamás se mencionó. Español o nada.
Pesaditos son, unos en el pasado, y otros en el presente...
Los cuatro actores que encarnan a los personajes. De izquierda a derecha, Adrián Lamana (Crispín), Manuel Martínez, campeón de lanzamiento de peso (Goliat), Sergio Peris Mencheta (Capitán Trueno) y la rusa Natasha Yarovenko (Sigrid)
Empezamos bien... La Sigrid real era muy dulce y nunca enseñó ni un zapato, más que cuando tropezaba en el bosque y era eso, sólo un zapato...
Este fotograma me gusta más. Con los caballos, entre la bruma del bosque.
Goliat, pensando en zamparse una vaquita...
Detalle de la indumentaria de Trueno, muy lograda.
La verdad es que la nariz y el pelo del actor no encajan mucho con la imagen que tenemos del Capitán Trueno creada por 'Ambros', Miguel Ambrosio Zaragoza, autor de los soberbios dibujos que acompañaban los no menos soberbios guiones de Víctor Mora, pero bueno, si ha de ser de carne y hueso, hay que coger lo que haya porque Crispín es el menos logrado de todos. El 10 se lo lleva Goliat sin duda alguna.
Aunque en mi infancia leí, creo que casi toda la obra, picando de aquí y allá, saqueando a mi tío Jaumet, pocos años mayor que yo, sólo guardo el primer álbum de la colección, el cual muestro en esta imagen de arriba y... He visto un trailer de la película -que no puedo reproducir por tener derechos-, y me da que nos la van a dar con queso, que no me cuadra. Se han inventado cosas. El Capitán Trueno nunca tuvo una marca en el cuello que le condicionase. El robo del supuesto Grial no fue hecho por una Órden milenaria, sino por el mismo moribundo que le pide que lo restituya, un simple castellano codicioso y arrepentido a las puertas de la muerte.
En fin, una película para entretenerse con la acción, pero sin esperar poder rememorar los guiones que recordamos porque, como siempre, se han manipulado.
Eso sí, el grito de guerra del Capitán Trueno, caballero catalán, es legendario:
¡¡¡Santiago y cierra España!!!
O sea, que era un catalán no nacionalista.
ResponderEliminarSi que fue un comic muy seguido en su época. Esperemos que la película no sea un churro a la hispánica.
Así es, Bucan, catalán, pero español sin fisuras, como yo.
ResponderEliminarUna cosa no quita la otra, a pesar de los zascandiles que se empeñan en sembrar cizaña, ya en el pasado, ya ahora.
No sé exactamente como se lo han montado, porque el trailer que he visto no enseña mucho, sólo es falsedad que Trueno tenga una marca en su cuello, al parecer, hecha con un medallón musulman. Rotundamente falso.
Igual que lo del cáliz y quien fue el ladrón.
Ya veremos.
Lamento contradeciros pero los verdaderos españoles de aquella epoca eramos los moros...los otros godos y francos.
ResponderEliminarPero Periódico, si tú ni fumas ni bebes...
ResponderEliminarLo malo de adaptar estos héroes es que los cambian mucho. Si quieren novedades que escriban historias nuevas y no se apropien del tirón de los clásicos.
ResponderEliminarRecuerdo una puesta en escena del Tenorio por un individuo que no me da la real gana acordarme, que tuvo subvenciones, etc y que en el panfleto que se nos entregó a al entrada del teatro se quejaba de la falta de medios, de que no le gustaba como acababa el Tenorio de Zorrilla, etc. pero no escribió otro, sino que nos puso todas la morcillas del mundo tanto en la escena como en los versos. don juan le metía mano a doña Inés en lo que debería haber sido la escena del sofá; el comendador bailaba con doña Brígida, etc. Ahí quería haber visto yo los derechos de autor más protegidos.
Por cierto, estoy de acuerdo en que es poc apuesto el actor ése que va a representar al Capitán Trueno ¿no hay ya actores?
Quita, quita, me acabo de enterar que encima no sabe hablar, no se le entiende nada.
ResponderEliminarAún suerte que Trueno no es lo que se dice muy conversador, pero me temo que el famoso grito de guerra va a sonar algo así:
¡¡¡Sasssiagossssierraaaañaaa!!!
Yo también soy un fan del Capitán Trueno. Por supuesto, iré a ver la película. Espero que no me decepcione. Sería interesante que también llevaran a la gran pantalla otros clásicos del cómic español como el Guerrero del Antifaz, Roberto Alcázar y Pedrín o el Jabato.
ResponderEliminarEl Jabato también me gustaba, pero me parecía una mala copia de Trueno, un querer aprovechar su popularidad.
ResponderEliminarEl guionista era el mismo, Víctor Mora, aunque bajo el seudónimo de R. Martín y otro dibujante, Francisco Darnís.
Es que siempre cuatro personajes, el héroe, la chica, el forzudo y el débil...
Del Guerrero del antifaz no leí mucho, algo suelto, era niña y leía lo que mi tío adolescente tenía
De Roberto Alcazar y Pedrín sí tenía colecciones, pero yo prefería a los caballeros y todo eso, la épica.
Haber censurado en su día las cuatro barras no tenía sentido, puesto que esas barras no son catalanas, pertenecen a la bandera de Aragón, además en las ilustraciones sólo se ven dos de las cuatro barras de color rojo, en algunas en contadas ocasiones aparecen tres.
ResponderEliminarA mí personalmente me gustaba más el jabato, lo encontraba más natural.
Cataluña o Aragón, ¿qué más da? El caso es que no se permitía más bandera que la española.
ResponderEliminarRealmente, no recuerdo mucho del Jabato, apenas los personajes y algún que otro episodio.
Eso sí, me gustaba más Claudia que Sigrid, a esta la encontraba demasiado lejana, extraña. (Recuerda que era niña)
El comentario sobre las barras lo he realizado para aclarar el origen de la bandera en cuestión(del reino de Aragón), no pretendo crear polémica, ni mucho menos. Sí es cierto sólo se solía permitir la de España, pero viendo lo que hay hoy en día en la actual distribución territorial de España(pueblos divididos con banderitas incluidas) no me extraña que en otros tiempos actuaran así, el tiempo en cierto modo está dando la razón a esta forma de actuar.
ResponderEliminarNi tanto ni tan poco, tan malo fue un comportamiento como el actual.
ResponderEliminarPiensa que en tiempos de las Cruzadas, cada caballero llevaba el pendón de su casa, así que Franco tergiversó la Historia en los cómics igual que lo hace ahora Zapatero.
Prohibir algo siempre demuestra una carencia de seguridad, no confiar en sí mismo.
Es cierto cada caballero llevaba el pendón o bandera del reino al cual pertenecía ya que sólo estos territorios lo tenían. Manipular y tergiversar es algo que siempre llevan a cabo los sistemas políticos sea el que sea con tal de ayudarle a permanecer en el poder, se hacía antes y se hace ahora, pero ahora es peor puesto que el sistema que actualmente nos rige se jacta de hablar de libertad, pluralismo, etc... y no tiene ningún reparo a la hora de reprimir y censurar a quien les molesta o creen que les pueda quitar la poltrona, utilizan las artimañas que sean necesarias para ir permaneciendo en el poder. Con el tema de las banderas, viendo la situación actual y la utilización que se les da a las mismas mediante la división(divide y vencerás) y el enfrentamiento invoco aquello de "bandera 1 y no 51".
ResponderEliminar¡Uf!, a mí me recuerdan instantáneamente las verbenas de mi niñez, con los patios, plazas y calles engalanados de banderines de papel, ¡ja ja ja!
ResponderEliminarEsto son al fin y al cabo, simple papel mojado tras la lluvia de la fiesta.
Y que bonitas y populares eran las verbenas de aquella época, ahora ya ni se les puede llamar así.
ResponderEliminarYa te digo. Mientras tuvimos la casa en Esplugues, las celebrábamos en el jardín, luego en el terrado de mi madrina, más tarde en el jardín del chalet. Siempre toda la familia y amigos.
ResponderEliminarAhora no son verbenas, son botellones.
Hoy las familias muchas de ellas ni se reúnen para celebrarlo y tampoco los vecinos de la calle que organizaban la verbena en plena calle y en total armonía, comunicación era lo que había y es lo que el sistema se ha cargado.
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