LA PENÚLTIMA BATALLA

Ha sido memorable. J. O. Noville, el Caballero de la Lanza y su fiel Leona Catalana, se han batido durante toda la noche contra el pérfido Troll.

Los foros El País han sido cerrados hace escasamente una hora. ¿Que mi amigo y yo nos los hemos cargado como nos acusaban? No. Todo lo contrario, los hemos salvado. Tanta insistencia en acusarnos a nosotros de Trolls... ¡Qué absurdo!... Nuestros nombres reales y nuestras fotos aparecen en nuestros blogs... ¿Qué clase de Trolls son los que salen a pecho descubierto, dándo la cara? Entonces, ¿por qué tanta insistencia, tanta machaconeria en llamarnos Trolls una y otra vez? O son infínitamente tontos, o retorcidamente malos... Allá ellos con su conciencia. Hemos peléado duramente durante toda la noche, sin dormir; seguíamos en el campo de batalla por la mañana y se ha dado por concluida la lid sobre las siete de la tarde con el cierre de los foros. Ha sido duro, muy duro. Yo todavía no me he echado. Mi Caballero ha ido a comer y descansar algo. "¡Hasta luego!", nos hemos dicho, "A descansar".

Un año soportando el acoso del Troll por toda la red. Un año aguantando sus ataques, sus falsas acusaciones en público. Sus correos electrónicos con palabras soeces, sus alusiones sexuales a ambos. Un año viendo como aparecía por todas partes donde fuésemos y sembraba cizaña. Un año en que en cualquier sitio donde estuviéramos dejaba nuestro "historial". El pobre enfermo nos ha hecho famosos en toda la red. Él, el envidioso que odia a Noville por encima de todo. Que no vive sino para intentar acabar con él, sea como sea y cueste lo que cueste. Se lo advertí más de una vez: "Se te está acabando la cuerda"... Su respuesta eran risotadas histéricas. ¡Loco! Tan ciego de odio iba que no se daba cuenta de que el cerco a su alrededor se estrechaba cada vez más. Ha osado entrar en los controles de los foros. Ha suplantado identidades. Ha expulsado a quien ha querido (a nosotros, prácticamente cada semana). Ha manipulado comentarios poniendo insultos en las palabras de los demás. Ha accedido a la bandeja de entrada de los mensajes personales de quien le ha apetecido. Ha traspasado la ley con creces. Nosotros pensábamos que los moderadores nos tenían ojeriza, que tanta expulsión y censura hacía nosotros se debía a que no bálamos a coro. Pero ayer el Troll perdió toda cautela, borracho de poder, iba manipulando comentarios de uno y otro, se reía viendo como todos acusaban a Noville de estar haciéndolo él. Pásamos horas discutiendo con todos, negándo que lo hiciese mi amigo. Horas de discusiones bizantinas, inútiles, absurdas, mientras el Troll se movía por los foros sin descanso, sin tomar la más elemental precaución.

Cierto, no tomó precauciones y mi Caballero dió enseguida con él. Como experto informático, comprendió entonces lo que pasaba, nada de un moderador sinvergüenza, un hacker puro y duro. Los foreros se fueron yendo y quedamos nosotros tres durante varias horas. Yo le entretenía rehaciendo mis comentarios mientras Noville le perseguía. Hasta cuatro veces me bloqueó echándome fuera. Mi Caballero me ayudaba a volver a entrar y seguíamos recorriendo los foros incansablemente. Finalmente desistimos de momento, estábamos agotados y era una lucha inútil: él tenía el control de los foros. Mientras mi Caballero le vigilaba y tomaba nota de sus movimientos, yo redacté un correo electrónico. Me llevó tiempo. Contenía muchos datos. Cuándo lo hube enviado, pregunté a Noville qué hacía el psicópata. Dijo que seguía entrando, ora con su identidad, ora con la mía, manipulando nuestros comentarios. No se cansaba. Decidimos esperar a que fuese más tarde y empezara a llegar gente a los foros, entonces entramos y fuimos señalando las manipulaciones que nos había hecho. Previamente Noville hizo una llamada teléfonica. Muy provechosa. Mucho. Por la tarde, ya lleno de gente, empezaron las risitas tontas, las descalificaciones y los desprecios al hilo que abrí explicándo lo ocurrido. Para la opinión que me merecen ciertos foreros... ¡ja! El Troll apareció, primero con precaución, con una sola identidad, pero luego se fue envalentonando y volvió la orgía de usar un nick tras otro, sin tomar las debidas precauciones. Intentaba hacer ver que todos esos multinicks eran de personas distintas. ¡Nécio! Me dediqué a perseguirle, a denunciar su presencia en cada hilo donde aparecía, a poner la lista de todos sus nicks. Mientras, Noville estaba con el responsable de los foros, explicándole el procedimiento que se seguía para suplantar personalidades. Éste se maravillaba de lo frágil de la seguridad del programa que gestiona el foro. Mi Caballero aceptó darle los datos de las IPs que capturó durante el prolongado ataque y prestar la ayuda que precisaran. A la vista de la complejidad de los defectos técnicos y de las posibles soluciones que les expuso, decidieron cerrar los foros hasta entonces, pues el fin de semana habría sido un desastre y un riesgo para la página de elpais.com. Así que no pasa nada, pronto los foros volverán a funcionar y esta vez sin Trolls. Eso sí, prisa.com ha recibido información muy, muy interesante... Espero que sepan aprovecharla convenientemente.