Es bien sabido que los socialistas son expertos en acusar de lo mismo que han hecho ellos, apareciendo siempre como inocentes palomitas que nunca han roto un plato.
Vienen haciéndolo desde su fundación y mantienen el sistéma año tras año, sin cambiar porque no saben hacer otra cosa.
El 30 de septiembre de 2010, la entonces ministra de Economía, Elena Salgado, presentó los Presupuestos Generales del Estado para el año 2011, que acabarían siendo los últimos de la era Zapatero.
En esas cuentas públicas, que Salgado vendió como la panacea que llevaría a España a crecer a un ritmo del 1,3% el año siguiente, queda reflejado el tijeretazo del PSOE en los campos de Sanidad y Educación, estos por los que ahora protestan al llevarlos a cabo el PP, creyendo que nadie se dará cuenta.
El presupuesto de Sanidad se redujo en un 8,2% respecto al ejercicio anterior, hasta situarse en 4.254 millones de euros. El de Servicios Sociales y Promoción Social experimentó una rebaja del 8,1% y quedó en 2.515 millones de euros. Y el Ejecutivo socialista también recortó el de Educación en un 8,1%, hasta los 2.840,58 millones.
¿Por qué esta gente piensa que cuando lo hacen ellos está bien -¡pobre del que proteste!- y si lo hacen otros hay que echarlos cómo sea?
Por su tremenda prepotencia de creerse los únicos con derecho a gobernar, despreciando a más de la mitad de la población española.
El sábado, la número dos de los socialistas, Elena Valenciano, calificó ambas de "líneas rojas" para su partido y un día después la secretaria de Política Social del PSOE, Trinidad Jiménez, convocó una rueda de prensa no prevista en la agenda para advertir al Gobierno de que no apoyarán ningún pacto en el sector sanitario que incluya el copago. A pesar de que este mismo domingo la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, rechazaba frontalmente esa fórmula..
Como no, lo suyo es tergiversar constantemente y tanto Valenciano como Trini tienen vasta experiencia en ello, manipulando sin ruborizarse, dado que carecen de dignidad y de vergüenza, igual que Mario Bedera:
La andanada del PSOE continuará esta semana, y especialmente el miércoles. Para entonces, los socialistas le han preparado al Gobierno una batería de preguntas sobre las cuentas públicas en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso que sin duda dejará estampas paradójicas. Como la del socialista Mario Bedera preguntándole al ministro José Ignacio Wert por la "brutal reducción de los presupuestos educativos". El mismo Mario Bedera que fue secretario de Estado de Educación hasta diciembre y que no dijo nada cuando el Gobierno al que pertenecía redujo de un año para otro la partida educativa en un 8,1%.
No sé de qué se extrañan por haber perdido las últimas elecciones, sobretodo porque el PP no ha aumentado sus votos, así que tendrían que reflexionar. Pero claro, esto es pedir peras al olmo porque lo suyo es embestir con la testuz baja y mintiendo machaconamente.
El anormal se queda sin "su" calle
El Ayuntamiento de León, en un principio favorable a dedicar una calle a ese, finalmente lo ha rechazado ante la indignada reacción de muchos leoneses, considerando que dividiría a la población.
Y es que en León no hace ninguna gracia tener que acoger a quien ha arruinado España por activa y por pasiva, ya se demostró en su despedida:
Tal y como se contó en estas páginas, el PSOE tuvo que cambiar a última hora los detalles del acto de fin de campaña en León, y que también suponía una ceremonia de despedida y de homenaje a José Luis Rodríguez Zapatero por parte de sus vecinos, debido a la escasa respuesta ciudadana al llamamiento del partido animando a sus votantes y simpatizantes a acudir a la plaza de toros de la ciudad.
Ante la imposibilidad de llenar las gradas del coso, los organizadores optaron por montar en su lugar una ‘cena-mitin’ en la arena, donde se instaló un escenario desde el que Zapatero dedicó unas palabras a los 2.000 militantes y seguidores socialistas que acudieron al acto.
Más claro, agua.
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