Los señores de la guerra

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Durante dos jornadas, jueves y viernes, el príncipe Salman devolverá la visita que efectuó el titular de Defensa español, Pedro Morenés, a Arabia Saudí a mediados del mes pasado. A nadie se le escapa que está en juego el contrato para los Leopard que podría suministrar España. Doscientos cincuenta carros de combate a cambio de unos 3.000 millones de euros.

Como sabemos, la industria armamentística colabora activamente en cualquier guerra de las que se llevan a cabo por nuestro desgraciado mundo y España no es una excepción por muchos balbuceos de nuestros infames políticos abogando por la paz mundial en sus soflamas atontabobos.

No hace falta preguntar al saudi ese para qué quiere los Leopard porque obviamente, es de tontos hacer semejante pregunta. Las armas se compran para usarlas, no para poner los carros de combate en una vitrina del salón, por muy enorme que sea.

De que no estamos ante un contrato más dan muestra la implicacion del Gobierno -y no sólo por los contactos lógicos de Defensa, sino también legislando para apoyar institucionalmente este tipo de operaciones-, el apoyo del PSOE a la operación y las gestiones discretas de La Zarzuela, del mismo tipo que las que lograron el contrato para el AVE La Meca-Medina. Por cierto, que el titular de Transportes saudí, Jubarah, precedió a su colega de Defensa este semana.

Mmmh... Que sea cosa del PSOE es normal, ya los conocemos. De la Zarzuela también nos lo esperamos, aunque eso de "gestiones discretas" da mucha risa, puesto que lo saben hasta las palomas de la Plaza Catalunya, sobretodo si tenemos esto en cuenta:

Pero no queda ahí la cosa. ¿Recuerdan el incidente de Don Juan Carlos en Botsuana? Entonces también recordarán que el safari fue organizado y pagado por Mohamed Eyad Kayali. Pues este ciudadano sirio es el hombre del príncipe Salman en España.

Nada nuevo bajo el sol, los señores de la guerra se hacen favores para llenarse los bolsillos a costa del sufrimiento de los más desprotegidos.

¿Y Marianico qué dice? Nada, sigue de perfil, ni está ni se le espera. ¿Se habrá enterado de que ya es Califá en lugar del Califá? Puede que sí, pero ahora necesita unos cuantos años para digerirlo porque ya sabemos que rápido no es precisamente y si se le mete prisa, igual le da un infarto.