Buscando en la Red información del nuevo Escudero que ha ocupado el puesto del difunto Mansur para seguir dando la matraca en la Catedral de Córdoba, he encontrado en su web los embustes de una conversa.
Antes de seguir, recordemos que el difunto Mansur Escudero, prohombre de la Junta Islámica, inscrito como Francisco en el Registro Civil y, seguramente en la pila bautismal, se pasó sus buenos años tocando las narices para que católicos y musulmanes hiciesen uso común de la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Córdoba, llamada mezquita como mote.
Es ahora que ha salido a la palestra un Mohamed Escudero, coordinador del Centro de Información de la susodicha Junta Islámica que, junto al PSOE -¡cómo no!- llaman nada menos que reaccionario al obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, por considerar éste inoportuna la denominación de mezquita de dicha catedral.
Con su habitual perorata vana, trufada de mil embustes, el converso y sus compinches socialistas Mario Jiménez y Juan Pablo Durán, han dejado a monseñor Fernández poco menos que como un terrorista por solicitar que se elimine la palabra mezquita de los carteles y guías turísticos.
Una cosa es que toda esta manada carezca de la suficiente inteligencia para comprender que un templo consagrado al culto cristiano mal puede ser considerado mezquita. No tiene razón de ser. Y otra es que se empeñen a toda costa en que lo sea.
Por esta regla tan elemental, a la Catedral de Córdoba se la conoce como "la mezquita" igual que a José Luis Rodríguez Zapatero se le conoce mundialmente como "Mr. Bean". Así de sencillo. No es más que un mote. Y si el PSOE se empeña en seguir editando folletos y carteles turísticos con el nombre de "mezquita", que haga lo propio con el de su líder. Realmente, sería la mejor manera de que le reconocieran en el extranjero porque lo cierto es que, aparte de los políticos, nadie sabe quien es. Y no se trata de ironía ni broma, es cierto. Dices su nombre y nada, encogimiento de hombros, añades que es el jefe del Gobierno Español que se parece a Mr. Bean y arrancan en carcajadas, "¡Ah, sí! ¡Sí! ¡Ese!" y venga ¡ja ja jas!
Sayida Abad, aunque se haya rebautizado el nombre de pila, tiene que cargar con el apellido porque este cambio no lo permiten las leyes españolas y menos mal, que en EEUU te expenden documentos con el nombre que les digas, sin exigir nunca su autenticidad.
"Investigadora en la Universidad Complutense de Madrid", es su pomposa firma. Se ignora qué investiga porque en Google, tecleándo su nombre, sólo lleva a la web de los orates con turbante y velo.
Esta señora anda muy pero que muy nerviosa con los cambios que se están operando en toda Europa últimamente. Se las prometía muy felices con los gobiernos de izquierda, pero ahora que poco a poco van cayendo, desmoronándose lo que no es más que un castillo de naipes, se ha puesto a aullar. Y lo hace desde la falacia y la tergiversación, acusando a otros precisamente de lo que hacen los musulmanes.
El "otra vez" de mi título es respuesta al suyo: "Nos va a tocar a los españoles expulsar a los musulmanes de nuestro país", ¿Otra vez? Por esto le respondo que sí, Otra vez.
La frase, creo que corresponde a Josep Anglada (PxC) si no recuerdo mal. Además, incluye una fotografía de su reciente acto en Badalona contra las mezquitas, aunque no del político, sino de los asistentes. (¿Teme algo, señora Abad?...)
Sí, somos iguales pero al mismo tiempo no lo somos. No es un juego de palabras, sino la realidad. Ante la ley todos somos iguales, pero nos diferenciamos por nuestro comportamiento, y la diferencia consiste en si éste es humano o en si es animal.
Si no queremos formar parte de una mayoría-veleta, que se deja llevar por los medios de comunicación como un adicto a la heroína por una jeringuilla, tenemos que prestar más atención a dos tipos de discursos, fundamentales en una democracia: el de los medios de comunicación y el de los distintos partidos políticos. Y digo “discurso” y no “discursos”, porque una de las muchas plagas del siglo XXI es, sin duda, la homogeneidad del discurso social, algo nada nuevo, ya que también ocurrió en el siglo anterior. Pero quien no recuerda su historia está condenado a repetirla. Por eso a Anglada se le olvidó añadir “otra vez” cuando dijo “Nos va a tocar a los españoles expulsar a los musulmanes de nuestro país”.
Para escribir no sirve mucho. Nótese que incide en que ha dicho "discurso" y no "discursos", cuando se aprecia que sí, que lo ha escrito en plural unas palabras antes.
Y se enrolla patateramente porque conocemos perfectamente nuestra Historia y nos sentimos muy orgullosos de haber echado a la morisma. Por esto pensamos repetirlo. Y ya de paso, meter en una mazmorra al nuevo conde Don Julián...
¿Qué chamulla del siglo anterior? A los sarracenos los expulsamos hace muchos siglos.
Y otra pregunta, ¿se ha creído esta banda que los musulmanes solamente pertenecen a países débiles y en circunstancias políticas y económicas denigrantes? Creo que se les ha pasado por alto que los musulmanes en España también son españoles y de otras nacionalidades, como por ejemplo la americana, la británica y la francesa. De modo que estos musulmanes que tienen pensado “echar”, tienen tras ellos a Países de Derecho para defenderles, y que nos gustaría ver a esta panda que “amenaza” con emplear métodos fanáticos, extremistas e integristas, tan característicos del Medievo, enfrentándose a estos grandes países democráticos. Ya que tienen tantas ganas de seguir el ejemplo de Holanda, les damos la buena noticia de que así será, incluyendo el juicio al que se enfrenta en la actualidad Geert Wilders.
¡Ostras!, pertenezco a una "banda" y yo sin enterarme, cómo se las gasta la madame. ¿Amenazas? Ella se está poniendo las botas con amenazas; pero claro, si son ellos los que amenazan, acosan, aterrorizan, agreden, incendian, exigen, roban y asesinan, entonces no, entonces todo va bien. Los malos somos nostros que nos negamos a cambiar nuestros hábitos sociales y culturales para contentarles y pedimos poder salir a la calle sin peligro.
Esta banda puede llegar a entrar en el juego democrático, incluso puede que llegue a ser un partido nacional, y algún día ganar las elecciones generales, ¿por qué extrañarnos? ¿Es que Hitler no llegó al poder democráticamente? Pero en todo caso no será el inicio de la libertad sino el inicio del fin de España. No porque lo diga yo, ni mucho menos. Sino porque así comienza el fin de toda civilización: discriminando e incitando al genocidio y a expulsiones masivas. Y ese puede ser, desgraciadamente, uno de los significados del auge de las bandas de esta categoría en Europa: el inicio de nuestro fin.
Estoy poniendo sólo extractos y lo de "banda" lo ha repetido tropecientas veces en su discurso. Se refiere siempre a PxC y cuando lo hace en plural, a los partidos que en Europa están tirando de un manotazo los cuatro palos del sombrajo de estos impresentables vividores a costa de la sociedad.
Esta cosa, fiel a la tergiversación, se niega a admitir que España ya está tocando el fin con los dedos gracias a la carroña de políticos que han abierto la puerta a toda la chusma musulmana que pretende, no compartir y convivir en paz como afirma ella con su lengua bífida, sino dominarnos y cambiar nuestra sociedad, nuestras costumbres y nuestra cultura.
Seremos libres, señora Abad, cuando nadie nos imponga nada y podamos seguir viviendo como hasta hace apenas siete años. No lo olvide porque está muy cerca.
Cómo se regocijan ante el juicio inquisitorial de Wilders.
ResponderEliminarEfectivamente, Anónimo (aunque ya sé quien eres), a la adálid de la convivencia, la paz, la comprensión y todos los rollos que menciona de manera vana y hueca que, por supuesto, no se cree en absoluto, se le nota mucho lo que está disfrutando con este atropello a alguien que no ha hecho sino expresar el sentir de la sociedad, no sólo europea, sino mundial. Porque en América entera también se rechaza la imposición musulmana.
ResponderEliminarEsta señora puede decir misa, pero que sepa que no engaña a nadie y que los echaremos con las armas de la ley y la democrácia, porque para medievales ellos.
Por cierto, su web está señalada como peligrosa para los musulmanes reales. Estos conversos se están sacando de la manga nuevas interpretaciones del Corán y sus leyes, usan el islam a su conveniencia y los mismos musulmanes los rechazan.
No son más que zascandiles comunistas y socialistas queriendo su parte del pastel, como siempre.