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Ahí arriba, el proxeneta con bastantes años menos, pero es que la pose de macarra me lo ha puesto a huevo para colgarle la cancioncilla que le va al pelo.
¿Llamarle proxeneta es un insulto? Pues entonces ¡alto!, que esto lo ha dicho él.
Alejandro Sanz: "Protegen al pirata, al proxeneta de las canciones robadas"
Resulta francamente curioso, pero todos estos que se quejan, son precisamente los que nadie quiere escucharlos ni aunque les paguen por ello.
Ni un sólo artista de verdad ha abierto la boca con el tema, sólo estos que no venden por no gustar a nadie. Igual es que los acémilas creen que no venden porque les "roban" el trabajo. Pobres animalicos.
¡Ja ja ja!, qué más quisieran ellos, que ser pirateados; al menos significaría que alguien se interesa por sus bodrios infumables. No hay manera de que se den cuenta de que son ostensiblemente despreciados.
Por su parte, el escritor Javier Marías asegura igualmente desde las páginas de El País que los políticos "temen a los delincuentes". Con ironía llega a asegurar que "a mí me gustaría que me salieran gratis la comida y el alquiler" pero que mientras tanto "los cobardes y desaprensivos políticos de mi país permiten que mi trabajo, y el de los músicos y cineastas, sí sea pirateado y saqueado".
Vamos a ver, alma de cántaro, si alguien os piratea es de los vuestros, giliprogres a machamartillo, porque lo que vosotros llamáis "trabajo", sólo puede soportarlo alguien completamente tarado que se traga los rebuznos por amor a la ideología.
Cito este comentario sobre el tema en cuestión:
punt dijo el día 23 de Diciembre de 2010 a las 12:22:00:
Vaya, habló el proxeneta defensor de los corsarios de la SGAE, el chaperillo de Teddy, el defraudador que paga sus impuestos en Miami mientras cobra de lo que nos roban en España, el nazi que defiende que se pisoteen los derechos de TODOS para poder seguir nadando en la abundancia...
Naturalmente, jamás he sentido el más mínimo impulso de descargarme la bazofia de ninguno de estos zejaterillos berreantes. Sus "obras" (del verbo obrar en su 5ª acepción) son caras incluso descargadas: no valen ni el tiempo ni el esfuerzo que tendría que dedicar a descargarlas.
Eso es una de las cosas que más me revientan de la propaganda nazi que te obligan a sufrir al poner las películas en DVD (ya es cutre tener que hacer zapping al poner tus propios DVDs): te dicen "proteje tu cultura", como si los exabruptos progres subvencionados por ZP fuesen "mi cultura", cuando ni son algo mío ni son cultura.
[rasfelni] ¿dos veces? Querrá vd. decir ciento.
1.- Pagas al comprar el producto original.
2.- Pagas al comprar cualquier soporte virgen, vaya o no a ser usado para copiar, ya que incluye un canon a menudo más cuantioso que el coste del propio soporte (caso de los DVDs vírgenes, por ejemplo).
3.- Pagas al adquirir aparatos que permitan hacer copias, reproducirlas o incluso sólo almacenarlas, llámense fotocopiadora, fax, móvil con MP3, grabadora de DVDs o incluso sólo tarjeta flash o disco duro (donde el cánon puede igualar el coste del producto).
4.- Pagas con los impuestos, ya que la zeja se subveciona, incluso por un importe superior a la taquilla que consiguen recaudar.
5.- Pagas en cuanto se te ocurra poner la música un poco alta o usarla en un evento que organices, donde indudablemente se infiltrará ilegalmente un espía de la SGAE.
¿Sigo? Estoy convencido de que se paga unas cuantas veces más.
Pero claro, eso de cobrar más en impuesto revolucionario que en producto es exactamente lo que hace la SGAE, que recauda ilegalmente más de 110 millones de euros al año a base de aplicar a los productos un cánon que a menudo es bastante más costoso que el propio producto sobre el que se aplica.
Sabemos que ellos nos roban a cuatro manos, y sin embargo se hacen las víctimas sin rubor alguno, acusándonos de ladrones. A estos miserables sí les vendrían bien un par de bofetadas para colocarles en su sitio.
Si vendieran los discos aprecio accesible, la gente no los pirateria. Pero si por un trozo de plastico te quieren cobra 20€, que les vayan dando.
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