Caso Urdangarín

Anda Doña Elena más cabreada que un puñado de monas porque primero fue su hermano quien la desposeyó de los derechos a la corona, sólo porque le cuelgan unas cosas entre las piernas y a ella no, pero el colmo ha sido que hasta su hermana Cristina le arrebate el título de tonta real.

El senador del PNV, Iñaki Anasagasti, en su blog, explica que, en el caso Urdangarin, "la infanta puede ser imputada", ya que "la entrada de Manos Limpias complica, y mucho, el futuro de la infanta Cristina en este asunto". 

¿Manos limpias? Curioso. Los tontiprogres ponen a parir a esta asociación porque ha denunciado al rey del rock jienense, pero resulta que sí quieren ver al Urdanga entre rejas, así que... lo dicho, son tontitodo, lo que sea, amebas, huérfanos de neuronas... Una pena social.

Y a todo esto, ¿por qué escribo al fin sobre el tema si hasta ahora lo he ignorado? Por la risa que me ha entrado de que Cristina se vea salpicada a pesar de los esfuerzos de papi.

No creo que pase nada, o sea, que tenga que pagar por su choriceo, porque una cosa es que papi acabáse harto del yerno que no le hizo caso y por ello lo haya dejado abandonado en una isla desierta, pero otra... ¡Ah! Otra es la mamá de Cristinita, feroz tigresa que ha aguantado que el pichabrava tuviese tropecientas amantes sin que ni uno solo de sus cabellos se moviera del sitio, fijado a costa de innumerables botes de laca, capaces de destruir diez planetas si tenemos que hacer caso a los ecolojetas y su cuento del calentamiento global.

Mami no va a permitir que ni uno solo de sus hijos sufra, así que a papi le puede sobrevenir un infarto o una embolia de un momento a otro.

Esperemos por la dignidad de España que sea en público, no en una de sus habituales escapadas...