Mi capacidad de asombro ha tocado techo. Indignarse es malo para la salud y al final quien vive feliz es el provocador de ello que se refocila en su ignomiosa conducta mientras tú te haces mala sangre sin remedio.
¿Signifíca esto que hay que claudicar? No. Nunca. Pero sí inspirar hondo y mantener la mente despejada para buscar una solución.
Cuando se creó el PRUNE, partido para los musulmanes, la sorpresa fue grande y de indignación ni hablemos. Signifíca que si dicho partido entra en los ayuntamientos nuestras costumbres cambiarán a golpe de edicto y ordenanzas municipales. El alcalde Mohamed Mustafá podrá prohibir que abran los bares de Villarriba de Abajo durante el Ramadán. Las piscinas municipales no permitirán que hombres y mujeres hagan uso de ellas juntos. La edil Mariam Miramé dictará un bando por el que las vecinas de Soplapollas del Condado no pueden salir a la calle con minifalda y escote. ¿Sigo?...
Dado que los necios políticos que padecemos lo permiten sin inmutarse, ciegos a lo que se avecina, ya hay otro partido de similares características, el PARTIDO DE LOS EXTRANJEROS.
Fundado por un italiano, con sede en Alicante, este sujeto -abogado para más señas-, se llena la boca con lo habitual: que los "pobrecitos" extranjeros no tienen quien les represente en España y bla bla bla...
No sorprende ya la poca vergüenza de los que tienen más que nosotros y viven a nuestra costa para pedir más y más sin tasa ni medida. Y lo peor es que se lo dan.
Este partido acoge a todos los extranjeros, legales e ilegales. Ignoro cómo pueden votar los ilegales, pero no me extrañaría porque esto es un puro cachondeo. Como he dicho antes, es fácil -dado su número-, que este partido llegue también a los ayuntamientos, conque acabaremos gobernados por extranjeros que harán de nosotros lo que quieran. Esto va camino de convertirse en Expaña y el político que lo impida puede estar seguro de que su nombre será escrito con letras de oro en la Historia, a diferencia de los que padecemos, que serán nombrados para la posteridad como unos traidores y cubiertos de oprobio.
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La libertad siempre esta amenazada y no solo por los musulmanes, que tambien
ResponderEliminarLa libertad siempre estará amenazada con personas pusilánimes que van a bandazos, jugando en vez de vivir.
ResponderEliminarAcceder a un cargo sin tener capacidad para ello se traduce en un cúmulo de errores fatales que pagamos los que estamos debajo.
Está de moda el "buenismo" y hay que ser más bueno que nadie, permitiendo todo lo que pidan los "pobrecitos" que llaman a la puerta. Cuando estos "pobrecitos" empiezan a empujar y a quitar la comida a los de casa, esta gente incapaz, lo que hace es reñir a los de casa: "Sed buenos. No seáis racistas y xenófobos".
Y mientras, los verdaderos racistas y xenófobos que se agrupan en partidos para ellos, negándose a mezclarse con los españoles, no pierden el tiempo y arramblan con todo, dejando a los de casa sin nada.
Esos políticos incapaces harían mejor quedándose en su casa jugando al Monopoly.
Lamentablemente la libertad es un ideal, y como tal se ve tratado, arrastrado por fangales de ideologías abyectas. Todo el mundo confunde libertad con ese buenismo que comentas. La libertad, sin embargo no puede ser buena. Buena en el sentido que manejan los tontiprogres, de beneficiar a todos por igual.
ResponderEliminarLa libertad: Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.
Esa es la libertad, según primera acepción del diccionario. Incluye hacerse responsable de uno mismo, cosa que estos señores no son nunca, ni los políticos ni los meapilas modernos. Si lo fueran, tendríamos a todos los políticos enchironados, con alguno mendigando por la calle, al tener que pagar por errores. Estos señores se rigen por la ley del embudo, que no tiene nada que ver con la libertad.
Y por cierto, en otra acepción habla de la persona que no es esclava de nada ni nadie como libre. Y todos los políticos tienen varios señores que los esclavizan: son Poder, Dinero, Partido...
En el momento en que uno asume sus responsabilidades, la libertad empieza a ser muy jodida, muy dura, y prefieres que te den las cosas hechas. Así puedes echar balones fuera, y decir que la culpa fue del cha, cha, chá que tu me obligaste a bailar...
En cuanto a estos payasos que hacen mamarrachadas, normal. Tienen todas las facilidades del universo, y demos gracias que no haya muchos que se hayan dado cuenta del éxito que tienen las taifas en este país. Ser mamarracho tiene premio aqui...
Muy claro y lucido, Rackham, perfecto.
ResponderEliminarEl poder y la responsabilidad no son lo mismo, todos quieren el primero, pero rechazan la segunda.