¡MÁS CARCAJADAS!

La serpiente ponzoñosa ha dejado otro huevo oculto en mi fortaleza ______________________________________________________ ¡¡¡Por Thor!!! ¡Qué locura con su ataque acabado de recibir! Va histérico perdido. Se joda. ______________________________________________________ Como decía, ha dejado otra mierda en mi equipo. No hay duda de que es un hacker. Pero lo pagará caro. Muy caro. Sus mierdecitas me las paso "por allá" Tengo pruebas más que suficientes para enchironarle por una buena temporada. No es más que un pendejo frustrado. Un histérico envidioso. Un saco de frustraciones, intentando, con sus continúas identidades femeninas, que alguien le haga un poquito de caso aunque sólo sea por la red. Daria pena y todo, si no fuese por su maldad. Por su afán de ir haciendo daño. Tanta frustración, tanta demostración de su rabia y ceguera sobre un objetivo asusta. Es como esos desgraciados que matan a su pareja y luego se suicidan. Autenticos deshechos humanos. La sociedad ya se ha posicionado respecto a esta gente. No dan pena a nadie, antes al contrario. No se puede considerar digno de lástima quien, por muy ofuscado que esté, mate, no solo a su pareja, sino también a los hijos en muchas ocasiones. Si son locos, las Administraciones tienen la obligación de hacer algo positivo respecto a ello. Mientras los políticos, los que tienen la potestad para hacer legislar, se dediquen a jugar en el patio del colegio, la sociedad se posiciona como puede. Y la sociedad rechaza a quien acosa y agrede, sea como sea, tanto de manera física, como psicológica. Demasiados ejemplos de lo que ello comporta están a la vista. Demasiadas muertes. Demasiado dolor. Mi asidúo visitante curaçao, es una mierda de estas. Un viejo que escribe como periodista, pomposo adjetivo que se ha colgado él solo. No es más que un emborronapáginas a quien nadie lee. ¿Que publica en SIGLO XXI? ¡Yo también lo he hecho! Tengo dos artículos en la Revista SIGLO XXI, en el primer y segundo número, y no seguí por no envíar a tomar por saco a uno de sus directores con el cual me había tomado un café cierta tarde de invierno en que el susodicho iba puerta por puerta, intentando vender algún ejemplar de su libro. Me enojó que se tomase tanta importancia como para tenerme diez o quince minutos esperando al msn cada vez que quería hablar con él. Que tenía una llamada "importante", me decía, después de haberme saludado con la frialdad de los gilipollas que se dan la importancia que en realidad no tienen. ¿A santo de qué hablarme así, si cuándo nos tomamos el café charlamos de todo y vimos que compartíamos apellido -un apellido no habitual- y estuvimos haciendo indagaciones, a ver si éramos familia? Son los fantasmones a quienes nadie hace el más mínimo caso. Unos siguen su camino habitual, haciendo girar la cara para esconder una sonrisa, y otros, como "la" curaçao de "45" años, pierden los papeles y se meten de cabeza en el túnel de la delincuencia.