viernes, 3 de agosto de 2007

¡OH! EL VERANO...

Hermosa vista diaria que contemplas cada noche. La tienes tan cerca que puedes ver perfectamente a los marineros, impecablemente uniformados de blanco, trasteando en cubierta. Las jóvenes mujeres con largo vestido de noche, el pelo recogido y andar pausado transmiten mucho de artificial. No tienen elegancia, por más que lo intenten. Lo notas. ¿Por qué no hay ninguna que tenga más edad?...
Las instalaciones del mini golf. Cómo te te diviertes en él, ¿eh?. Siempre te ha gustado, desde que hace tantos años, tu hermano te llevó a uno y te puso un palo en las manos. Quedaste horrorizada, sin saber como saldría la cosa. Pero un par de tiros más, y pensaste: "Anda, qué fácil". Como años después te llevó a la bolera con sus amigos. "¿Nunca has jugado a los bolos?" "No", respondiste tú. Cogiste la bola, sin saber como se manejaba. Apuntaste. Tiraste. ¡Y bolos fuera!. Quedaron sólo dos en pie al primer tiro. "¡Qué divertido!". Los eliminaste al segundo. "¿Seguro que no has jugado nunca?" "No, nunca". Las tías ya empezaron a mirarte mal a la segunda jugada... Ellas jugaban peor que los chicos y tú les ganaba a éstos... Tu hermano estaba hinchado como un pavo real, je je je...
Es bonita, la playa. Las edificaciones blancas del fondo no desentonan demasiado. La arena no es tan fina como la otra, pero está limpia y el agua es azul. ¿Cuánto hacía que no veías aguas azules que no fuesen de piscina? Hoy has hecho un castillo. Has conseguido que no se desmoronase más que una parte del último edificio. Tres plantas es mucho y aunque le has puesto soporte interior, tanta envergadura no se consigue sin un poco de cemento, así es como lo hacen los constructores de figuras de arena.
Pero las mejores horas son esas en que tú y él empezáis jugueteando, broma a broma. Tú le sigues el juego. Hasta que se pone serio de repente y clava sus ojos en los tuyos. Entonces un escalofrío te recorre la columna. Empieza a costarte respirar. Y te dejas hacer. A cualquier hora. Por la mañana es un dulce despertar, tenerle al lado y abrazarte a él. Notar como aún dormido, una parte de su cuerpo cobra vida propia. Por la tarde, después de comer. Largas siestas en donde se duerme poco... Y de madrugada... poco antes de que salga el sol...

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. curaçao dijo...

    "las mejores horas son esas en que tú y él empezáis jugueteando, broma a broma..."

    Cuánta fantasía, qué triste ilusión, QUÉ DESENGAÑO MÁS CRUEL.

    Mas sola que un naufrago.

    Sola en la cama, sola de novio, sola de marido. Sola, sola, sola...

    SOLA....SOLA....SOLA....

    3 de agosto de 2007 22:37
    _________________________________

    JA JA JA JA!

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  3. JA JA JA JA!
    es muy pobre respuesta.
    Es la manifestación de tus carencias de neuronas y de argumentos.
    Triste y sola

    SOLA, SOLA, SOLA

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