martes, 24 de mayo de 2016

La habitación del bebé

Apenas faltan tres semanas para la llegada de mi nieto Axel y su habitación casi está ya lista. Faltan algunos detalles, como pintar la mesa infantil que fue de su madre y su tío, cosas que he guardado durante estos años.
La cuna que fue de ellos también la guardé y la usaré en mi casa cuando me lo traigan a dormir diariamente en cuanto mi hija se reincorpore al trabajo, puesto que ambos tienen turno nocturno en Correos.
Volveré a cambiar pañales y dar biberones, a cantar canciones infantiles; a pasar gustosamente noches en vela cuando le salgan los dientes. Esto rejuvenece el alma, amigos, la ilusión es indescriptible.



La cuna y el cochecito.
Cuando hice esta foto, aún no habían fijado en la pared las palabras que han elegido, simplemente están pegadas con cinta adhesiva para señalar su posición.



Ahora sí, ya están impresas en la pared. Muy cosmopólitas ellos, están en inglés y pone "Nunca caminarás solo". Muy poético, pero no me acaba de gustar porque parece que no tengan intención de que madure y camine por su cuenta. ¡Uf!



Este mural está al lado de la cuna, junto a la bañera.
Resulta que este dibujo lo encontré en una revista de labores, me gustó mucho y se lo dije a mi hija, pero bordarlo a punto de cruz para un cuadro me supondría meses y meses de interminable labor y todavía no he acabado de tejer los dos conjuntos de jersey, pantalón, botitas y gorro. Me falta un pantalón y medio, estará a tiempo, pero de momento no doy para más.
¡Qué sorpresa al ver que habían encontrado el mismo dibujo para fijarlo en la pared! Son como calcomanias, parece que estén pintados sobre ella. Queda precioso, mejor que cuadros enmarcados.



La cuna y... ¿su primer amiguito? No. Ha llegado hace unos días quien será su compinche de fechorias y barrabasadas, je je je...
Sus papis han adoptado una gatita nacida el 11 de abril, un renacuajo diminuto pero que no para un momento:


Se llama Roma, nombre elegido por mí y aceptado por ellos. Mi yerno tiene fijación por la historia de Roma y ya al niño pretendía llamarlo Agripa o cualquier nombre romano de la antigüedad, algo que le quitamos de la cabeza mi hija y yo, horrorizadas, conque dijo que si el niño no, la gata sí. Y venga barajar Agripina y otros horrores, hasta que mencioné Roma. ¡Anda! no se les había ocurrido. Asunto solucionado y respiro de alivio, je je je...



El armario y la butaca.
Cuando hice la foto, el tapizado de la butaca estaba en la lavadora.

 Aquí ya lista.



La bañera y vestidor.
Lo que hay al lado es la mesa infantil de mis hijos que aún hay que pintar de blanco, por esto se ven trastos encima, bolsas y pinturas.



Roma es ahora mismo la protagonista absoluta a falta de la llegada de Axel. Esperemos que no tenga celos; mi hija asegura que no le va a dar tiempo, pero mi consuegra está sufriendo, no para de temer que la gata le arañe los ojos, ¡uf! Esta mujer ánima a cualquiera...