lunes, 31 de julio de 2017

Venezuela

Las claves de las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela


El domingo 30 de julio se perpetró un nuevo pucherazo de república bananera (y como siempre, sangrienta)

Fue el propio presidente, amparado por el artículo 347 de la Constitución, quien convocó las elecciones el 1 de mayo. Precisó entonces que no quería una asamblea “de los partidos de élite”, sino “una Constituyente ciudadana, obrera, comunal, campesina”. Según Maduro, este proyecto representa la última posibilidad para “el diálogo profundo” en la sociedad y la paz en el país. La oposición denuncia que, tras el llamado, se oculta el propósito de establecer un nuevo marco normativo que permita al régimen deshacerse de los poderes públicos que hoy le estorban, como la Asamblea Nacional y la Fiscalía, aplazar las elecciones y dar un paso decisivo hacia un Estado autoritario.

¿Qué se elige el domingo 30 de julio?

Los venezolanos elegirán a 545 diputados. De ellos, 364 serán representantes territoriales y 173 del denominado “ámbito sectorial” —24 por los estudiantes; ocho por campesinos y pescadores; cinco por los empresarios; otros tantos por las personas con discapacidad; 28 de los pensionistas, 24 de los consejos comunales y 79 de sindicatos y gremios— y 8 de las comunidades aborígenes.
 Hasta aquí, todo parece normalito, pero...

¿Quiénes se postulan?
 De algo más de 50.000 personas que se presentaron por su cuenta propia o bajo los auspicios de grupos de electores, el organismo electoral aprobó casi 6.000 candidatos. Las condiciones fijadas para los comicios prohibieron candidaturas desde los partidos políticos, una estratagema del Gobierno para evitar que el voto refleje un rechazo a su gestión. Sin embargo, la mayoría de los candidatos son miembros del partido del Gobierno y aliados, o al menos simpatizantes. Numerosos ministros y figuras públicas cercanas al régimen han renunciado a sus cargos para ser aspirantes a la Constituyente. No se ha registrado ningún candidato, en cambio, cuyas propuestas sean contrarias a las premisas del Gobierno.

En verde, la prohibición de candidaturas de partidos políticos y grupos de electores. Sólo se admitieron focas amaestradas, amigotes y chanchulleros varios.
Hombre, así es fácil ganar, ¿no?...


Si, como dice la oposición, el Gobierno es minoría y por eso ha evitado las convocatorias a referendo revocatorio y a elecciones regionales, ¿por qué se anima a organizar unas elecciones?
 Por el diseño sectario y a la medida de los comicios, establecido en las llamadas “bases comiciales” que el presidente Maduro, como convocante de la Asamblea Constituyente, redactó y publicó mediante un decreto presidencial el 23 de mayo, y el organismo electoral aceptó como oficiales. En esas bases se desechan los circuitos electorales tradicionales y se adopta la paridad de un diputado “territorial” por municipio, sin importar la población de la circunscripción. Con ello, otorga una ventaja desproporcional a las zonas rurales, donde el oficialismo conserva cierto apoyo y tiene mayor poder para presionar a los electores. Así, por ejemplo, un voto en el estado de Falcón, una provincia semirrural del noroeste de Venezuela, “vale” 26 veces más que uno en Caracas, fuertemente antichavista.
 ¡Toma, la Ley d'Hondt que rige en España! (Y en otros pocos países)
En Cataluña, por ejemplo, el voto de un pagés analfabeto de la Cataluña profunda que no tiene repajolera idea de hablar en castellano, dedicado a sus vacas, tiene más valor que el de un catalán de Barcelona capital, del de un madrileño de Sant Joan Despi, de un extremeño de Santa Coloma de Gramenet, de un murciano de El Prat, o de un andaluz de Esplugues de Llobregat, por citar a unos pocos catalanes del cinturón de Barcelona que echaron sus raíces aquí y se niegan al separatismo

Lo de pocos es por no extenderme en más españoles llegados a Cataluña desde el resto de España, no porque sean pocos precisamente.

Y ahí reside el problema, primar el voto analfabeto.

Además, la definición de los denominados “sectores” sigue unos criterios brumosos que, en todo caso, se alinean con los ámbitos de acción de las misiones sociales del Gobierno, cuando no se trata de agrupaciones abiertamente progubernamentales, como las comunas. La introducción del “ámbito sectorial” corporativo también conduce a que alrededor de 70% de los electores puedan votar por dos cargos, mientras uno de cada tres solo lo hará por uno.

Si el Gobierno no tiene adversarios en las elecciones, ¿son relevantes los resultados del domingo?
Sí. Una asistencia a las urnas menor al 25% del padrón electoral (con un total de 19 millones de votantes) o menor a los 7,5 millones de participantes que la oposición dice haber convocado para su consulta popular oficiosa del 16 de julio, representaría un revés político para el Gobierno y restaría legitimidad a la Asamblea. Por eso el oficialismo pone todos sus recursos en asegurarse que haya votantes ese día. Presiona a los empleados públicos y promete controlar, mediante el llamado “Carnet de la Patria”, la asistencia de los beneficiarios de sus programas sociales a los centros de votación. Además cuenta con la complicidad del Consejo Nacional Electoral (CNE), que domina. El CNE recientemente aprobó que los electores que se sientan amenazados por la violencia opositora en sus centros de votación, podrán acudir a otras mesas; a la vez, hizo prácticamente imposible votar en blanco en el dispositivo electrónico.

Se han olvidado de decir la cantidad de venezolanos a los que han ido a buscar a su casa y empujar a culatazos hasta las urnas...

¿Carnet de la Patría?

Nicolás Maduro fue uno de los primeros venezolanos en votar este domingo en la elección de la Asamblea Constituyente e intentó alentar a la población a participar en el polémico proceso, pero fue sorprendido por un insólito error al registrar su Carnet de la Patria, un instrumento por el cual el régimen chavista ha intentado coercionar a los ciudadanos para asegurar su voto.
"Vamos a hacer el chequeo de mi Carnet de la Patria para que quede registrado que yo vine a votar y mi Carnet quedó marcado para toda la vida", arengó el mandatario, antes de entregarlo a la colaboradora, que esperaba con un celular.
Sin embargo, la lectura del código QR arrojó un resultado insólito: "La persona no existe o el carné fue anulado".




 La transmisión oficial cambió rápidamente de toma. La asistente reaccionó con una risa nerviosa, mientras que Maduro, también sorprendido, quiso olvidar rápido el asunto y pasó a registrar la cédula de la primera dama, Cilia Flores. En ese caso, la señal oficial optó por no mostrar el resultado de la pantalla.


Se refiere a que lo que muestre el móvil aparece en una pantalla pública y claaarooo... los lamebotas ya no mostraron lo que aparecía en el de la fulana esa, por si acaso salía la factura del Ritz de la estancia de sus hijos en plena represión y miseria del pueblo venezolano.


Pero todavía no he terminado.
Se supone que el presidente de Venezuela ha de ser venezolano de nacimiento, y resulta que el conductor guaguas es colombiano.







¿Hasta cuando va a seguir engañando, aterrorizando y masacrando a Venezuela para pegarse la vida padre?