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Las feminazis han creado una psicósis realmente inquietante entre el género masculino. Algunos ya no distinguen un lápiz de un palitroque y se lanzan a acusar con denuedo a una mujer que está injustamente encarcelada en país extranjero, en manos de un juez corrupto que no duda en denigrarla en su sala hasta el punto de enviarla a una prisión donde está en manos de una hiena carroñera que va a por ella de manera personal.
María José Carrascosa es una abogada valenciana que se instaló en Estados Unidos dispuesta a ejercer su profesión. Conoció a Peter Innes y, enamorándose de él se casaron.
Quedó encinta, pero el embarazo no funcionaba demasiado bien y finalmente sufrió un aborto aparentemente espontáneo.
Innes nunca se interesó por el embarazo, como tampoco por la salud de su esposa. Poco después de la boda dejó de ser el hombre maravilloso que la había enamorado, convirtiéndose en un ser frío que nunca estaba en casa, con la excusa de sus negocios.
Cuando Carrascosa perdió al bebé, tuvo que pasar una noche en la clínica y Innes no la acompañó, alegando que necesitaba descansar. Al día siguiente, conseguida el alta, tuvo que volverse a casa sola, en taxi, pues el "señor" tenía una reunión de trabajo muy importante.
Quedó muy débil, tanto física como emocionalmente y tardó en recuperarse algo.
Fue durante este frustrado embarazo que quiso saber algo más de la vida y los negocios de su esposo, pues no le había dicho más que vaguedades. Peter se enojó ante sus preguntas y ella se resignó, pensando que era una pesada.
Tiempo después volvió a quedarse encinta y le advirtieron de que era un embarazo de alto riesgo porque su salud estaba muy mermada.
Es durante su segundo embarazo cuando Maria José se da cuenta de la crueldad de su marido, un día en los que se sentía sola y en un estado bastante avanzado de gestación, decide usar ese nº de telefono destinado EXCLUSIVAMENTE a emergencias y llamar a su trabajo. La recepcionista le indica que no le consta ningún Peter Innes en la empresa. Maria José le explica incredula que eso no puede ser ya que su marido es Socio Fundador de dicha empresa a lo que la recepcionista, con un átimo de lástima, le cuenta que hace unos meses tuvieron a un becario con ese nombre aunque ya hace tiempo que fue despedido… es ese mismo día, cuando Peter llega a casa (cansado de trabajar) cuando Maria José le pregunta que está pasando a lo que el responde que es una cotilla y se inmiscuye donde no le llaman. Entre insultos, empieza a lanzar por los aires todo lo que encuentra a su paso y obviamente, la emprende con Maria José a golpes hasta sacarla de su propia casa, sola y embarazada. Maria José pasa horas en la puerta golpeada y tendida en el suelo sin poder reaccionar hasta que, su marido abre la puerta, con su expresión de angel, y se abraza a ella llorando y pidiendo perdón.
Es el comportamiento propio de los maltratadores. Con una mano golpean y con la otra acarician.
Al nacer la niña, Carrascosa se dedicó a ella y se olvidó de los engaños de su marido. Bastante tenía con su salud, cada vez más deteriorada y los cuidados a la pequeña.
Pasaron cinco años que fueron un infierno para María José, así que cuando Innes la abandonó dando un portazo, se sintió libre.
Cinco meses después se reunieron con sus abogados para firmar el divorcio de manera amistosa para evitar futuras complicaciones para todos. Se acordó que Peter tenía derecho de ver a la niña fines de semana alternos y la prestación para la manutención de la niña dando por supuesta la custodia para la madre.
Suele ser lo normal. Pero Innes,
ni cumplió con la manutención de su hija, ni la visitó una sola vez.
Para que vayan lloriqueando los que afirman que el "pobre padre" se está perdiendo la infancia de su hija, sin distinguir entre los que sí les ocurre por la intervención de las feminazis, de los que son verdaderos criminales en el amplio sentido de la palabra.
Maria José se sentía liberada de la gran carga emocional a la que su marido le había sometido durante más de cinco años, pensó que sería un buen momento para pasar un tiempo en Valencia, con sus padres y su hermana Victoria (a quien adoraba, y había puesto su nombre a su hija en su honor). Remitió una comunicación a los abogados de su marido avisandoles que residiría en Valencia un tiempo a lo cual nadie se opuso.
Su deteriorado estado de salud preocupó a su familia y amigos que acabaron convenciéndole de que se hiciese unos análisis. Accedió a ello en la clínica Quirón de Valencia y lo que el médico le adelantó le erizó el vello:
Maria José se somete a este analisis en la clinica Quirón de Valencia y le detectan tiroides además el medico le insinua que esta enfermedad puede estar producida por una ingesta de hormonas tiroideas, en ese momento se quedó pálida, no pudo evitar pensar que la madre de Peter padecía hipotiroidismo (una enfermedad en la que el cuerpo no produce suficientes hormonas tiroideas) y desde hacía años tomaba un tratamiento para aumentar las hormonas tiroideas. Borró este pensamiento de su cabeza inmediatamente. El médico le indicó un tratamiento para su nueva enfermedad.
Pero los sustos no habían terminado. Un viejo amigo suyo policía le dijo:
“Maria José, ¿Con quien te has casado? ¡Tu exmarido no es de fiar y oculta muchas cosas!”
A través de su amigo Luis, supo que Peter se enfrentaba a una condena en Málaga por narcotrafico en 1999 (poco antes de conocer a Maria José) por la cual se encontró en busqueda y captura para cumplir 5 años de cárcel que nunca cumplió, porque este tema ya ha prescrito. Además le contó que el tal Peter había usado hasta tres identidades diferentes con ayuda de documentación falsa, varios pasaportes y DNI con numeros diferentes y… ¡hasta nombres diferentes! Y lo más importante, el nº que había utilizado en su DNI falso para casarse con ella correspondía a una mujer de más de 70 años fallecida desde hacía tiempo.
Narcotraficante. Maltratador de mujeres real, no como esos padres que son acusados injustamente por las feminazis. Y por supuesto, le tiene tanto cariño a su hija como al gato de la portera, usándola exclusivamente para hacer daño a la madre.
Pero sigamos, sigamos.
Carrascosa fue a renovarse el DNI y allí se le acabaron de abrir los ojos:
El policía que le atendió le explicó que aparece en un listado Internacional como delincuente en búsqueda desde Abril de 2004: ¡¡Un mes antes de que Peter abandonara el hogar!! Todo estaba planeado, el abandono, el acuerdo amistoso.. sólo estaba esperando cualquier viaje de la niña para denunciar a Maria José de secuestro.
Muchos mariposones que no se preocupan de informarse debidamente afirman que María José sacó ilegalmente a su hija de EEUU. Pues no, enanitos mal pensados, no. Se le permitió hacerlo legalmente para tenderle esta trampa; estaba cuidadosamente planeada.
Pero lo peor aún no había llegado.
El médico que se ocupaba de sus análisis en la clínica Quirón la llamó y una vez en la consulta le informó que según el resultado de estos, había estado siendo envenenada durante años con pequeñas cantidades de pesticidas y matarratas, provocándole una intoxicación muy difícil de erradicar completamente. Tenían que extirparle el bazo y parte del pancréas, además de que nunca podría volver a ser madre.
Así se comprende su constante mala salud desde que se casó con Innes y la perdida del primer bebé. La estuvo envenenando incluso durante los embarazos y la pequeña Víctoria también arrastra secuelas.
Dos meses después y, tras la pertinente denuncia por envenenamiento presentada en el Juzgado de Valencia, Peter viaja a España para denunciarla por secuestro y llevarse a la niña. El Juzgado nº9 de Valencia sentencia: NO HA LUGAR LA RESTITUCIÓN DE LA MENOR, la custodia pertenece a su madre y que ésta puede elegir su lugar de residencia junto a su hija, ya que la niña tiene doble nacionalidad, ambas están empadronadas en Valencia y la custodia pertenece a Maria José.
Los in-informados se han preguntado quién empadronó en Valencia a una menor. Aquí tienen la respuesta: su madre, la que tiene su custodia legal.
Innes apeló la sentencia, pero la Audiencia Provincial de Valencia la ratificó y ante las pruebas de crueldad por el lento envenenamiento, retiró el pasaporte a la niña, poniéndola bajo la tutela de la Generalitat Valenciana y en régimen de acogida por sus abuelos maternos.
La vida de la menor corre peligro si cae en manos de ese criminal, nada le satisfacería más que ver a María José hundirse de dolor ante la perdida de su hija. Para él, la niña sólo es un gatito al que usar y sacrificar. Ni siquiera la conoce, no porque su madre lo haya impedido, sino porque cuando la tenía en casa no le prestó la mínima atención y mientras se estaba gestando en el vientre materno no le importó envenenarla como al anterior.
A pesar de la sentencia, Maria José sigue recibiendo llamadas de la justicia estadounidense para que se presente con su hija en la Corte. Maria José les explica por todos los medios la situación, no pueden dictar una sentencia que ya está dictada, en los casos en los que las jurisdicciones se contradicen, se considera válida la sentencia tomada con anterioridad, en este caso, la española. Pero las llamadas y avisos para que se presente en la corte no cesan. Tras seis eternos meses sin poder explicar por teléfono la situación legal en la que se encuentran, Maria José decide viajar a EEUU con la documentación de la que dispone para demostrar, ante la corte, que la ley le ha dado la razón, que su estado de salud será delicado de por vida gracias al hombre que las envenenó a las dos, con múltiples identidades. Una vez más, sus padres, su hermana Victoria, sus amigos, intentan convencerla para que no vaya pero Maria José es abogada, tiene la justicia de su parte y no ha hecho nada malo:
“Solo voy a aclarar todo este embrollo, llevo toda la documentación necesaria para demostrarlo todo, volveré enseguida”
María José confió en la Justicia y claro, cayó. ¿Qué es la Justicia? Algo sumamente abstracto. La dictan personas como otras cualquiera, de ningún modo seres especiales. Igual que hay tenderos que estafan en el peso, también hay jueces que hacen sus chanchullos.
A Carrascosa le quitaron el pasaporte nada más presentarse en la Corte yanqui. El juez le advirtió que tenía diez días para llevar a Estados Unidos a su hija y entregársela a Innes.
No sé por qué la gente así se molesta en decir tonterías. María José no podía ir a por su hija si el yanqui le había quitado el pasaporte y la niña tampoco podía viajar puesto que la Audiencia Provincial de Valencia le había retirado el pasaporte hasta su mayoría de edad. El ladrón siempre piensa que todos son de su misma condición.
Su hermana Víctoria viajó inmediatamente a EEUU para ayudarle pero la policía las localizó y amenazó. María José exigió a su hermana que regresase a España y se pusiese a salvo.
Dos meses después, mientras hablaba con su madre por teléfono, echaron la puerta abajo a patadas y se la llevaron detenida.
Mas tarde supo que sus amigos la habían traicionado, nadie podía soportar para siempre las amenazas de Innes.
Amigos, amigos... A cualquier cosa se le llama amigo hoy día. La verdadera amistad nunca falla, un amigo es capaz de dar su vida por ti. Si no es así, es que nunca fue amigo, sólo una amistad sin importancia de las que hay a montones.
Dejando aparte a los falsos amigos, hay que recalcar una vez más la criminalidad de Innes al enviar sicarios para agredir y amenazar de muerte a quien estorbe sus planes. "Pobrecito padre que no puede ver crecer a su hijita"... Pardillos.
En Noviembre de 2006 Maria José fue encarcelada y acusada de Desacato a la Autoridad y Secuestro. Se la llevaron a la carcel de Rikers Island, que está considerada una ciudad carcelaria y también la nueva Alcatraz.
Pero eso fue una tontería considerando lo que el juez Edward Torack intentó y consiguió: que fuese trasladada a la de Bergen, en Nueva Jersey, donde trabaja
Jaudee, la nueva pareja sentimental de Innes y por la cual la abandonó.
Humillaciones, vejaciones y torturas constantes. ¿Alguien es capaz de imaginarse lo que pasa entre los muros de una prisión cuando quien tiene carta blanca se ceba en un recluso? La literatura se queda corta porque la realidad siempre supera a la ficción y la maldad humana no conoce límites.
Ahora es el juez Donald Venezia el que lleva el caso y no difiere en absoluto del otro porque se está empleando a fondo con las vejaciones a Carrascosa en su Sala.
Alguien dijo por aquí que admira la manera como EEUU defiende a sus ciudadanos. Pues mire usted, dejando aparte el hecho de que los defienda aunque se trate de criminales asesinos y con ello cause una horrenda injusticia y daño físico y mental a la otra parte, sólo porque no es estadouniense, sí, convengo en que existe una gran diferencia con
nuestro Gobierno que ha dejado abandonada a su suerte a esta ciudadana española y ni las feminazis histéricas se acuerdan de ella porque claro, no es un putón verbenero sino una mujer honesta que prefiere morir en la cárcel antes de que su familia sufra daño.
Porque lo que exige Innes es que la niña le sea entregada y España retire las acusaciones sobre él, dejándole en libertad de entrar y salir de nuestro país como Perico por su casa. Esto es algo que, evidentemente, no está en manos de Carrascosa, pero que aún así se niega porque ya se ha demostrado que la Justicia es una bayeta sucia.
Innes está pendiente de España, de cada mención que se hace de él, ya sea en medios de comunicación, como en blogs y foros. Y ha amenazado a quien se atreva a hablar mal de él.
Pues bueno, mire como tiemblo...
INFORMACIÓN SOBRE EL CASO
Hay muchas fuentes en la red. En el blog de mi amigo Vicente Torres hay bastantes enlaces. Recomiendo uno del post
El caso Carrascosa hoy. Pinchar en el enlace
documentos de dicho post y encontraréis información y pruebas.
Para terminar, pongo estas fotos y pregunto a los in-informados si realmente creen que esta mujer sea una feminazi que está recibiendo "lo que se merece".
Primero, confiando en la Justicia.
Viendo la trampa en la que había caído. Constatando que no existe Justicia.
Impotencia y dolor al ver que la Justicia se ríe de ella.
Si esta mujer es una feminazi, tal como la consideran algunos, ¿cómo es que ninguna de nuestras feminazis más ilustres mueven un dedo por ella?
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