¿Terremoto? ¿Maremoto? ¿Tsunami? ¡Caos!

Hace tiempo que no publico aquí como siempre ha sido habitual. El panorama político español ha llegado a un punto en el que no sabes por donde cogerlo porque tiene la histéria desatada y no tienes tiempo de comentar una cosa, que ya han soltado la contraria. Lo curioso es que ya no lo hacen en varios frentes como antaño. Vamos, que echo a faltar a la Momia empadronada en una casa en ruinas, allá por Valencia, sabiendo hasta el quiosquero de la esquina que no se movió de Madrid.

Sus sucesoras en la cosa del engaño -que no en el cargo-, son tan risibles como ella, pero más vergonzantes porque al menos, aquella podía tener la disculpa de chochear, mientras que estas son más jóvenes, con lo que carecen de "piadosa" disculpa. Son un cuarteto penoso, rabiosas feminazis.

Una de ellas, ¡oh, espanto!, pretende disputar al Rasputín la poltrona supercalifragilisticoexpialidosa. Y yo que voy y me lo creo, je je je... Para nada. Son tan patéticos que creen ser una maravilla del camuflaje y los chanchullos pero esto ya sólo afecta a los cuatro tontos que no se enteran de nada.

¿Dónde anda metido el mafioso Blancone? ¿Quien le ha silenciado -¡por fin!- sin que haya aparecido su cuerpo? A saber si tiene unos zapatos de cemento y está en el fondo del Manzanares, y el que se ve en el Congreso es un replicante cuyas pilas están a punto de agotarse. No olvidemos que esos no se gastan mucho en material porque necesitan llenar sus bolsillos.

Haciendo un repaso, creo que el mismo Zapatillas es un replicante, pero con las pilas ya agotadas. Aquí ya sólo se ve al Rasputín por todas partes, como en Matrix. Mires donde mires, allí está él, fiel servidor de Felipe, el artífice de la resurrección del socialismo destructor y devastador como siempre ha sido desde su fundación. El Zapatillas fue una marioneta. De tan tonto, un poco más y no nace. Agotada su batería antes de tiempo, le dan golpecitos, a ver si arranca un poquito más, pero nada, que se va al desguace sin remisión.

Aunque no se presente a las elecciones, es indudable que tenemos al Señor de Marruecos -por debajo sólo del Comendador de los Creyentes-, nuevamente como amo y señor de su cortijo español. La impronta que dejó en Andalucía, que desde su infausta llegada, años ha, se ha perpetuado hasta hoy, no puede ocultar su infamia y sus deseos de destrozar España.

Pero mal que les pese a estas alimañas, España está despertando. Muy lentamente, pero despierta. Y más les vale a toda esta chusma liar el petate e ir a esconderse en las madrigueras que tienen preparadas.

En cuanto al barbas que tan felices se las promete, mejor desempolva sus libros y se pone al día porque en el Gobierno no tiene nada que hacer. Otro replicante con las pilas a punto de consumirse.