domingo, 21 de julio de 2013

Hasta el moño de internet



Ahora resulta que en este blog me estoy "siguiendo" yo misma. Qué graciosos. Qué jodidos mejor dicho, ya que, por supuesto, yo no he tecleado tal cosa. Habida cuenta de que me "hago invisible" en las visitas en los programas de estadísticas, menuda idiotez constar como "seguidora", así, dando la cara.

Estoy hartísima de la manipulación, de esta gentuza que ya no sabe qué hacer para conseguir estadísticas que ellos sabrán para qué les sirve, como si el hecho de que yo tenga tal o cual número de seguidores a ellos les reporte algún beneficio.
Esto empezó en Facebook, ese horror de red social. Recibí peticiones de usuarios a los cuáles conocía de blogs, pero que... No, estaba segura de que no querían mi amistad. Lo comprobé con uno, poniéndome en contacto privado con él. Era un buen tipo y me contestó sinceramente: que él no me había envíado la solicitud.
A partir de ahí -hace años-, no paro de recibir solicitudes de redes en las que no estoy ni pienso estar. Sé quienes son los "peticionarios", pero sé que no son ellos quienes hacen la solicitud y esto debería estar prohíbido terminantemente.
¿Qué pasa si mi ex jefe -agregado a mi agenda de correo- acepta "mi" solicitud? ¿Tengo que borrar direcciones que no sé si las podré necesitar otra vez, sólo porque estos mierdas usen mi agenda a su antojo?
No existe la privacidad en internet. Si te descuidas, hasta tus conversaciones privadas se hacen públicas. Tienes que estar siempre pendiente de los continúos cambios para denegar permisos, esos que ni siquiera te plantean, que los hacen sin consultarte y sólo en "letra pequeña", quemándote las pestañas y tragándote un tocho indigerible, puedes ver y actuar en consecuencia. ¿Quien se traga todo esto? Nadie. Yo la primera. Clico en aceptar las condiciones, pensando en lo habitual. Pero ya no. Ya se están pasando de la raya y actúan como mafiosos muy peligrosos.

Sólo faltaba esto.  El espionaje internáutico ha puesto el "turbo" y va lanzado a tumba abierta. Los expertos en seguridad se ven desbordados porque los ciberdelincuentes les pasan la mano por la cara y les mojan la oreja. Siempre menciono a "becarios" refiriéndome a inútiles para hacer su trabajo y así es, aunque cobren un pastón en dólares porque se duermen en los laureles.
¿Qué seguirá al secuestro de ordenadores? Increíble.

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Nuestro concurso veraniego sigue viento en popa.

8 comentarios:

  1. Internet es un gran truño pintado de purpurina que, a unos obnubila y a otros escandaliza. Sea cómo fuere, todo el que entra ya sabe a que se atiene... Ajo y agua.

    Un saludazo.

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    1. Claro que sé a qué me atengo, pero no está de más denunciarlo, Churre.

      Saludos.

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  2. Usted está hasta el moño y yo estoy hasta el coño, para variar, je, je!
    Oiga, he oído muchas veces la expresión "esa tía tiene un par de cojones" Vale, pues vamos a "igualarnos" a las mujeres: yo tengo un coño más grande que todo Logroño!

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    1. Je je je... Su buen humor es estupendo. Por cierto, ¿se lo peina?:

      Las mujeres...
      Las mujeres de Logroño...
      ¡En el coño se hacen un moño!
      .

      ¡Juas juas!

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    2. Internet está muy bien, pero la gente lo usa mal, apuntandose a blogs y redes sociales, un completo desatino del que algunos sacan provecho.

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    3. Más o menos es así, pero mira cómo empieza mi entrada. ¿Por qué narices me ponen a seguirme yo misma?

      Y oye, ¿acaso tú no tienes tropecientos blogs, incluso en Argentina? Y estás en redes sociales.

      No te entiendo, la verdad.

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    4. Ni me lo peino ni me lo depilo, lo he dejado crecer a su aire como la barba de Don Fidel, aunque ahora parece la barba de Papá Pitufo.

      Feliz Martes!!

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