Asamblea de PxC, con fotos de Isabel Echevarría. (Tardes de domingo)

Este sábado, 12 de febrero, se ha celebrado una asamblea en el Baix Llobregat, pero no voy a hablar aquí de ello porque ya lo he hecho en el blog oficial de PxC de l'Hospitalet de Llobregat. Mi intención es poner las fotos que allí ya no caben -y creo que me he pasado, uysss...- Bueno, menos mal que tengo carta blanca porque están muy contentos con mi trabajo.

Tanto Josep Anglada como Daniel Ordóñez (y August Armengol, el vicepresidente), valoran mucho la iniciativa de sus colaboradores, así que me siento muy a gusto entre ellos. No recibo órdenes, sino sugerencias. Daniel no tiene más que comentarme algo y sabe que lo puede dejar tranquilamente en mis manos.

Iré en la lista de Daniel Ordóñez en las municipales y aunque sé que no resultaré elegida -5º puesto-, ello no impedirá que ponga toda la carne en el asador durante la campaña que ya hemos comenzado -en realidad, la empezamos al día siguiente de las autonómicas-.

Veamos esas fotos de Isabel Echevarría, incansable reportera gráfica del PxC de Esplugues de Llobregat.

Aquí estamos en la terraza, esperando la llegada de Josep Anglada. Era una mañana fría, pero entre compañeros y amigos siempre resulta agradable cualquier espera.

Aquí estoy con Alex Costa, experto en inmigración y compañero de lista.

Daniel Ordóñez con Arturo Portela, infatigable compañero de l'Hospitalet.

Daniel con Jaime Padilla, alcaldable por Esplugues de Llobregat.

Secuéncia que hizo Isabel en la mesa.

Aquí esperábamos a que todos se sentasen para, a continuación, levantarnos todos al mismo tiempo e ir a llenar los platos al buffet, je je je...

Lástima que no hay fotos del mismo, era digno de verse, pero claro, una vez empezado a mover los cubiertos, las charlas y todo eso...

Y es que a ningún fotógrafo se le ocurre este detalle, ¡cachís! Recuerdo una vez, allá en el club deportivo del que era socia y administré los dos bares y el restaurante, que la junta me pidió que decorase el recinto de la piscina, lugar donde se celebraría una cena de socios.

Ni corta ni perezosa, una hora antes de cerrarse la piscina para su uso habitual, le dije al socorrista que echase a todos los usuarios. Me metí en el agua y monté un surtidor en el centro. No era más que una manguera delgada, de regar el jardín, la sujeté enhiesta, con cinta adhesiva, a uno de los flotadores del recinto y este lo mantuve inmóbil con cuerdas de naylon a las cuatro escalerillas de la piscina. Luego arrollé al salvavidas varias ramas de enredadera recién cortada de mi jardín y clavé entre ellas unas flores pequeñas de plástico, de las que sobraban para decorar las mesas.

El resultado fue espectácular porque ni la manguera ni las cuerdas se veían de noche. Era un surtidor en el mismo centro que se elevaba hasta el cielo, brotando de una corona vegetal y florida. Unas velas flotando en el agua pusieron el toque final. (La bomba se cerró, claro, para que agua estuviese en calma)

Teníamos a un fotógrafo habitual, profesional, que venía a todos los eventos del club (que eran muchos) y le hacía fotos hasta a un caracol... Le pregunté al finalizar la velada si había hecho alguna foto de la piscina. No. Claro, la piscina no pide copias, je je je... Las hizo para mí, que era buena cliente suya; con hijos y sobrinos pequeños, a los que pillaba hasta hurgándose la nariz, ese tío era mi ruina.

A ver si encuentro las fotos y las pongo. Igual tengo suerte porque mañana vienen a pintar el piso y tengo que mover miles de cosas...