Garzón está imposibilitado para ejercer como juez

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Un juez que sólo persigue a determinada ideología y a otra la apoya y ayuda no debería permitírsele ejercer si realmente existe justicia en el mundo.

Víctimas argentinas del terrorismo desenmascaran a Garzón

Las críticas a Garzón fueron formuladas por la abogada argentina Victoria Villarruel, presidenta del Centro de Estudios Legales sobre Terrorismo y las Víctimas (Celtyv). Esta entidad promueve la investigación de los delitos cometidos por organizaciones como los Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), bandas terroristas que actuaron en Argentina en los años setenta.

A este respecto, Villarruel aseguró a Servimedia que Garzón "nunca se ha ocupado de las víctimas del terrorismo de Argentina", ya que "su visión del reconocimiento de los derechos humanos no es completa, ni global, sino ideologizada". Según esta abogada, este juez español "ha sido un difusor de las opiniones de reconocidos combatientes de organizaciones armadas que en Argentina ocasionaron miles de víctimas inocentes del terrorismo".

Este sinvergüenza al que tantos adoran padece la visión glaucomica de ver los derechos humanos sólo aplicables a una parte de la población: la de su ideología.
Si son los de su cuerda los que aterrorizan, torturan y matan, entonces está bien hecho. Son héroes.

Villarruel criticó que Garzón, en su libro El alma de los verdugos, presente testimonios de "ex terroristas, a los que ha presentado como luchadores sociales o perseguidos políticos, cuando eran cuadros militares de las organizaciones terroristas Montoneros o ERP, preparados física y psicológicamente para matar".

Se negó a juzgar los crímenes de Carrillo, el asesino de Paracuellos, el rey de las checas de tortura, el quemaconventos y violador de monjas. Goza del tierno cariño del asesino Fernando Macarro, alías Marcos Ana, que ha llorado por él al saber su suspensión cautelar.
Ni se le pasa por la cabeza juzgar a Castro, a pesar de todos sus crímenes, represión y torturas.
Pero sí se atreve con un dictador moribundo cómo Pinochet (ya debía contar con que se le escapase para no darle demasiado trabajo) y otro muerto muchos años antes, Franco.

Buscador de fortuna, gloria y popularidad, todos sus casos se han dirigido contra la derecha, ignorando las atrocidades de la izquierda. Vil prevaricador, sin molestarse en ocultarlo, confiando siempre en la información que guarda contra quienes no le salven llegado el momento. De poco le servirán estos documentos porque los chantajeados bastante tienen con intentar salvar su cuello.

Es el fin de una era.


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