Dos noticias han llamado mi atención: en Madrid, una marcha exigiendo la reforma de la Ley del Menor. La otra es la repetición del juicio al asesino de dos mujeres policía en l'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
En el primer caso se hace patente la necesidad de la reforma. Juzgar y tratar como "niño" a un asesino, sólo porque no tenga la edad legal de la mayoría de la misma, es tan absurdo que sólo una sociedad gobernada por inmaduros lo permite. Porque las leyes están para cumplirlas, evidentemente, pero si son obsoletas e ineficaces, lo normal es cambiarlas y adaptarlas a las necesidades perentorias, de ningún modo escudarse en que "se sigue la ley" y quedarse tan anchos.
La reinserción es un concepto muy noble, pero que se demuestra día a día completamente utópica en casos que están perfectamente definidos. Un asesino sexual nunca se reinsertará, es una tara que lleva dentro; qué más da si en la sangre o en el cerebro, pero está comprobado que nunca tienen solución. Todos los asesinos sexuales han reincidido una y otra vez en los flamantes permisos carcelarios.
Por no extenderme, Pedro Jiménez, el asesino de las dos mujeres policía, tiene a sus espaldas numerosas sentencias por robo con violación y cuando mató a Aurora y Silvia estaba "de permiso".
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Esta mierdecilla pinchada en un palo -porque los agentes que lo flanquean no son gigantes-, es el autor de varias violaciones que acabaron en dos asesinatos. Dos jóvenes mujeres que aún no eran profesionales, pues estaban en prácticas. Una rata que, vista así, no tiene ni media bofetada, pero que a saber en qué se convierte cuando le entran las ánsias de hacer daño.
Como el asesino de la niña Mari Luz Cortés, incapaz de "reprimirse". Como los dos violadores del Eixample, reincidentes hasta la exasperación.
¿Y los "menores"?... Ríendose por los descosidos de todos. ¿Qué "menores" ni qué niño muerto? Saben que son impunes, lo saben. Y lo aprovechan.
Saben que nadie les va a poner un dedo encima, que son intocables. Así van los asesinos de Marta del Castillo divirtiéndose, tejiendo una telaraña tras otra de embustes, desternillándose de risa.
¿Qué hace El Rafita tratado como un menor, teniéndo ya la mayoría de edad? Tiene 22 años, por si alguien no lo sabe. Pero no está en la cárcel. Esta libre y campante, robando coches. Hasta que se le caliente la bragueta, una chica le diga que no y...
El Gobierno es cómplice necesario de estos crímenes, pues al Gobierno compete ordenar legislar. Y se niega. Se niega a legislar lo que la sociedad le pide por necesidad, mientras que por su cuenta, legisla cosas absurdas, como la Ley Antitabaco, y aberrantes, como la del aborto, por más firmas y movilizaciones en contra de esta última.
¿Y los etarras? ¿Y el 11-M?
Por esto, mencionar "Justicia", es lo mismo que nombrar una marca cualquiera de cualquier producto: sólo un nombre, sin valor alguno. Una "moda".
Animo a visitar la web de Sandra Palo para firmar y poner nuestro granito de arena. "Hoy por ti, mañana por mí".
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EL DESARROLLO
Una y otra vez encontramos en las literaturas antiguas leyendas sobre juegos sabios y misteriosos que concibieron y a los que jugaban eruditos, monjes o los cortesanos de los príncipes cultivados.
Podían tomar la forma del juego del ajedrez en los que las piezas y cuadrados tenían significados secretos, además de sus funciones habituales.
Juego el juego por el juego mismo.
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La verdad es que justicia es una moneda devaluada hace ya demasiado tiempo, y por dos motivos: Las leyes obsoletas creadas en algunos casos para defender al criminal, y por la estupidez de los jueces que a veces uno no sabe si son así de tontos o toman algo para volverse tontos.
ResponderEliminarDe todas formas, todavía hay algo de esperanza en este campo. Dejo aquí un enlace de un juez con cerebro, sentido común y sensatez, que es lo que hace falta:
http://blogs.periodistadigital.com/electroduende.php/2007/09/19/emiliocalatayud_menores8794
Te agradezco la visita y el enlace, Rackham, pero ahora deberás hacer centellear tu acero...
ResponderEliminarPuede que sea divertido ;D
Cojonudo su blog, señora. Me lo han recomendado, y la verdad es que es fantástico. Ya va siendo hora de que la gente exprese lo que opina de forma libre, sin tanto tapujo y tanta leche.
ResponderEliminarOjalá todo el mundo tuviera tan bien amueblada la cabeza... Lástima que casi todo el mundo tenga trasladado el mobiliario a la entrepierna...
Muchas gracias, Anónimo.
ResponderEliminarA la entrepierna, algunos le dan mucha importancia porque piensan desde allí, pero hay otros que tienen su blog como un juguetito para distraerse y satisfacer su ego.
Pocos son los blogs que realmente sirven a la causa y echo en falta uno muy bueno.