Los musulmanes en España, ¡como en casa!

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El Ejecutivo ultima las modificaciones que supondrá la Ley orgánica de libertad religiosa, que entre otras cosas, regulará el derecho de los musulmanes a descansar el viernes y de los judíos a hacerlo en sábado. Además, los funerales de Estado dejarán de celebrarse sólo por el rito católico.

Mi capacidad de asombro no tiene límites con este Gobierno de descerebrados. ¿Dónde se ha visto que un país legisle algo semejante? Cualquier persona que se va a vivir y a trabajar a otro sitio debe adaptarse a sus leyes y costumbres, nunca a la inversa, ¡y con musulmanes nada menos!, ellos que no permiten iglesias ni sinagogas, ellos que son capaces de encarcelar a cualquier occidental que fume siquiera en Ramadán.

¿Está loco Zapatero? ¿A qué juegan este demente y su pandilla?

Incluír a los judíos sólo es una maniobra de despiste, para que no se diga, porque estos hacen su vida sin molestar a nadie y no piden nada. Bueno, últimamente sí han tenido que pedir respeto y seguridad. Respeto y seguridad porque son insultados, amenazados de muerte y atacados. Y lo son por los fanáticos seguidores de este Gobierno.

La noticia ha levantado polvareda y no es para menos, ¿trabajarán los musulmanes un día menos que sus compañeros? ¿Abrirán las empresas en domingo para que estos empleados recuperen el día de fiesta? ¿Además de Navidad y Semana Santa, celebraremos el Ramadán? Porque los judíos tienen sus propias celebraciones, pero nunca han interferido en la vida laboral de las empresas.

Lo de los funerales de Estado tiene tela. ¿A quien piensan despedir por el rito musulmán?... Tal vez se trate de algún soldado de allende el Atlántico y a falta de una sacerdotisa de Vudú, oficiará Sonsoles cortando la cabeza a un gallo y aspergiendo su sangre sobre los participantes mientras canta a grito pelado. No me extrañaría absolutamente nada al paso que van.

No nos engañemos, todo va destinado a abrir las puertas al Islam. Y ellos lo saben. Recordemos los dos últimos intentos de profanar la Catedral de Córdoba, el primero, comandado por ese impresentable ex comunista convertido al Islam con el nombre de Mansur Escudero y el más reciente, hace unos días en que 118 musulmanes accedieron a la Catedral por diversas puertas, pertrechados con walkie-talkies, en grupos de dos o tres, para no llamar la atención y se pusieron a orar según el rito musulman durante una celebración litúrgica de Semana Santa.
Reaccionaron con violencia cuando los vigilantes les advirtieron que estaba prohíbido. Esgrimieron un cuchillo con el que causaron heridas a uno de los guardias, intentarón quitarle la pistola al otro y un policía Nacional recibió un golpe de muleta.
 Si hubiesen sido cristianos intentando rezar en Santa Sofía, habrían sido decapitados allí mismo, pero en España no pasa nada. Se puede profanar un templo y salir indemne con la bendición del Gobierno.

Los moros reclaman la Catedral de Córdoba como Mezquita, pero olvidan que antes fue basílica cristiana visigótica, destruida por los sarracenos. La construcción que ha perdurado es la sucesión de edificaciones iniciada por Abderrahmán I sobre la basílica cristiana de San Vicente, de la que se aprovechó abundante material, ampliada posteriormente por Abderrahmán II, Alhaken II y Almanzor.
A partir de 1236, con la conquista de la ciudad por Fernando III, se hicieron modificaciones para consagrarla nuevamente al culto cristiano, el original.

De todas formas, estos modernos sarracenos con walkie-talkie demuestran una ignorancia superlativa porque ningún musulmán rezaría sobre muertos y la Catedral de Santa María de Córdoba contiene muchísimos enterramientos en su subsuelo.

La ignorancia es la bandera de los necios.

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